Para el autor del texto, en el fondo,
es triste ver, más que saber que existen, a las mujeres con sus hijos
harapientos y desnutridos deambular por las calles, verlos en la inopia. Porque
uno puede tener conocimiento de que hay hambruna, desigualdad, falta de acceso
a la salud, trabajo infantil, muerte, pero siempre desde la distancia
emocional, no obstante ver los estragos de lo antes dicho, por cierto, te deja
una sensación de malestar, una sensación de tristeza, un vacío dentro de lo
profundo del ser.
Los chicos y chicas se transforman en
mercancía que puede generar ingresos, trabajar, robar, después de los doce
años, antes no, salvo casos excepcionales, porque no tienen la vivacidad, los
conocimientos, la madurez cerebral, la fuerza, la resistencia para hacerlo. Los
chicos antes de la adolescencia son vulnerables y frágiles.
Los lectores nos damos cuenta que el
texto es una sátira, vale la pena decir, al analizarlo a profundidad, al “ver”
entre líneas y descubrir que detrás de
las propuestas absurdas, grotescas, hay un toque de burla, ironía, humor
ácido, además de hay una crítica hacia los terratenientes, de cómo se comen,
literalmente, a sus peones, de cómo los jóvenes son “cazados” por el hambre y
por la falta de oportunidades.
Ahora, si hay personas que creen en
paparruchas, en cada cosa inverosímil, sin duda que habrá quienes, un tanto
despistados, crédulos, lean el texto y se lo tomen en serio.
El autor nos presenta un ensayo cuya
finalidad es criticar algunos de los males que le afectan a su nación, solamente.
Porque entiende, con gran lucidez, que de nada sirven las “virtuosas” propuesta
de los sabios, las buenas intenciones, las peroratas de siempre, las promesas
de los políticos, la ley muerta en el papel, si no se ponen en práctica.
El autor utiliza la deshumanización por
dos cuestiones. La primera tiene que ver con que es necesaria para los
planteamientos de su modesta propuesta, para la economía de consumo que
plantea, para que sea más fácil llevar a cabo (sólo basta ver la historia de la
humanidad). La segunda es que es una crítica hacia los entes de poder que se
benefician de dicha práctica para obtener cuantiosas ganancias.
Lo que muchas veces observamos en la
realidad, en la vida, en la sociedad, es que hay personas que utilizan
propuestas en apariencia buenas, más que para beneficiar a la sociedad, las
usan para iniciar imperios, empresas, riquezas, etc. Por ello el autor busca dejar en claro que él no
tiene conflicto de intereses con su propuesta, que lo hace por un bien mayor.
El título de la obra utiliza la palabra
“modesta” como una provocación, una burla hacia aquellas propuestas virtuosas, elevadas, escritas por
sabios, que se han quedado en el papel, en el discurso, en buenas intenciones,
olvidadas. De qué sirve que sean modestas si no ayudan a trasformar a la
sociedad. De qué sirve que sean modestas si solo se quedan en su burbuja.
El que el ensayo sea graciosos o no, de
hecho, va a depender, según mi experiencia, de la construcción de la persona,
de la personalidad, del sentido de humor.
Para mí sin duda que es gracioso por lo
grotesco, absurdo, inviable, de las propuestas, y porque en el fondo se puede
ver una crítica/provocación hacia los lectores.