martes, 31 de marzo de 2020

Tercera sesión de El cuento de la criada



Considero que el comandante quiere que Defred juegue con él algunas partidas de Intelec por tres cuestiones, primera, con nadie más lo podría jugar, segunda, porque se encuentra prohibido, tercera, para comenzar a establecer un pacto, un acercamiento.

En el lugar en donde se desarrolla la historia, por cierto, se tiene prohibido cualquier demostración de afecto, de amor, de carácter erótico, sexual. El único acercamiento que se les es permitido es para procrear. Se ha tratado de eliminar parte de nuestra esencia, de nuestros impulsos, de nuestra naturaleza, cabe resaltar, sin éxito. Un claro ejemplo es el comandante.

El nuevo gobierno toma el control de las compucuentas y los empleos de las mujeres, en el fondo, para aislarlas, que no vayan a ningún sitio, que no puedan tener nada, para que los hombres tomen el control.

La frase Nolite te Bastardes Carborundorum la escribió la anterior criada a Defred, uno, cual aliento para poder seguir adelante en aquella prisión, dos, como un “grito” de lucha para las criadas venideras, para la resistencia.

El nuevo gobierno quiere adentrarse en lo más profundo de la vida de los habitantes de Gilead, a todo esto, para perpetrarse en el poder, para vigilar que se sigan los cánones del régimen teocrático, para evitar que surja el pensamiento disidente, para censurar ideas que no comparte, para aplastar a los adversarios.

Con respecto a que, si sería posible que surgiera algo parecido, creo que siempre existe la posibilidad, incluso ya existen (han existido) regímenes totalitarios que han tratado de meter en un molde a las personas.

Incluir a las esposas en La ceremonia se supone que es para representar que son una misma carne, un mismo ser, pero en realidad es para que éstas controlen el proceso, para vigilar que no lo disfruten, que solamente cumplen con lo encomendado.

La relación que se da entre las distintas mujeres que habitan la casa en donde está Defred, creo que es superficial, de desconfianza, de envidia, de desprecio. Lo anterior se encuentra relacionado con el hecho de que, precisamente, el régimen teocrático ha creado esto para dividirlas, fragmentarlas, evitar que se unan contra el opresor.


martes, 17 de marzo de 2020

Segunda sesión de El cuento de la criada



Los hechos históricos que logre identificar en la novela distópica fueron dos. El primero se encuentra relacionado con la forma de proceder de la “autoridad” cuando las mujeres no seguían las normas o las quebraban, ya que eran asesinadas en la soga, como lo que ocurrió en Salem en 1692; esto lo sé porque en el Aleph leímos hace algún tiempo  Las brujas de Salem, de Arthur Miller. El segundo hecho se encuentra relacionado con el muro que constantemente aparece en escena, en donde muestran los cuerpos ejecutados, y es una clara referencia al muro que dividió a Berlín desde 1961 hasta 1989.

En el texto podemos encontrar algo parecido a la categorización de las mujeres pero en hombres. Tenemos que en la cúpula se encuentran los comandantes (se encargan de las decisiones de la primera línea), le siguen los perros falderos, los espías (quienes fungen como “ojos” de los primeros), después los políticos (se encargan de que las cosas “funcionen”, o de aparentar), después los Ángeles (guardias a los que se les permite casarse), después los guardianes (matan a quien se les ordene, apagan la subversión), por último los de clase baja, como Nick.

Para que la élite se mantenga en el poder, para que las cosas sigan como lo desean, controladas, es necesario imponer tantas reglas, limitar las acciones de las mujeres, mostrarles lo que les espera. De lo contrario habría más y mayores revueltas y resistencia.  

Con respecto a los dichosos grupos que proponen que el gobierno les asigne una mujer para que satisfaga sus necesidades sexuales, que tienden a generalizar, que se victimizan, que ven una realidad distorsionada, opino que son más que unos imbéciles. En lugar de que realicen un autoconocimiento, busquen ayuda para mejorar sus habilidades sociales, busquen ayuda profesional para mejorar su autoestima, su salud mental, culpan a los demás por su situación.

Las econoesposas tienen que cocinar, realizar la limpieza, realizar las compras, criar a los hijos, lavar, zurcir, cumplir con el papel de esposa.
Ahora, hay que entender que Defred fue reeducada, adoctrinada, acondicionada, aniquilaron parte de su ser, para integrarla al régimen. Por lo anterior, vale la pena decir, ella  considera que su situación es mejor que la de las econoesposas. ¿Qué tan suya es dicha observación?

Las mujeres no podían tener una habitación en la historia, retomando la asociación entre tener una habitación propia y la escritura, porque el régimen de Gilead no quería que las mujeres escribieran lo que ocurrió allí, lo que sentían, lo que pensaban, las penurias que pasaban, quienes participaban, y que dejaran un legado posterior, como precedente, para las futuras generaciones de mujeres, de la sociedad.

Coincido con el hecho de que a lo largo de la historia el cuerpo femenino ha sido cosificado, expuesto y utilizado.
Defred siente que su cuerpo ya no es el de ella, constantemente compara su anterior estilo de vida con el actual, ya que no puede elegir con que alimentarse, que ropa utilizar, que calzado usar, no puede ejercitarse, no puede fumar ni beber, no puede utilizar cosméticos, no puede satisfacer sus deseos sexuales, no puede elegir sobre el embarazo, no puede estudiar, no puede trabajar.

jueves, 5 de marzo de 2020

Primera sesión de El cuento de la criada



Pues bien, considero que en nuestro país suceden muchos asesinatos, muchas violaciones, violencia contra las mujeres, porque es un lugar con un profundo machismo intrínseco, con una misoginia rampante, con instituciones que no hacen su chamba, porque muchos hombres no asumen la parte que les toca para romper con los arquetipos, índices de impunidad que rondan el 90%, porque, desgraciadamente, se pueden cometer estas atrocidades.
Ahora, hace algún tiempo escuché una teoría que trataba de explicar porque la violencia hacia las mujeres se había incrementado, principalmente, en nuestro país, y se decía que, ante el constante empuje de las mujeres por hacer cumplir sus demandas, salir a trabajar, estudiar, maternidad por elección, no casarse, ser independientes, ser autosuficientes, disfrutar de su sexualidad, decidir sobre su cuerpo, etc., los hombres no estaban buscando nuevas formas de redefinirse, se frustraban, buscaban seguir manteniendo sus privilegios, su poder,  buscaban seguir controlando un dique incapaz de contener tal marea.
Asimismo, hay un buen de patrones antes citados que se reproducen en diferentes partes del globo, mas, menos, aun en los países pertenecientes al llamado primer mundo.

Hay algunos países, principalmente desarrollados, en los cuales la tasa de natalidad ha ido cayendo en los últimos años, y, claro, se han enfrentado con algunos problemas relacionados con ello, pero nada tan apocalíptico como la película citada.

Para que la humanidad no perezca tiene que encontrar un equilibrio con el medio ambiente, dejar atrás los fundamentalismos, utilizar más la razón, ser más crítica, encontrar soluciones para equilibrar el clima.  

Creo que hay un buen número de historias de mujeres que su sobrevivencia depende de alguien más, que no pueden decidir por sus cuerpos, que son ciudadanas de segunda clase, que son vigiladas y desechadas, etc. No hace falta imaginarlo porque, de hecho, sucede actualmente.
Ahora bien, si yo fuese una de las historias antes citadas, sin duda que el mundo me frustraría, me costaría trabajo “vivir”, buscaría la forma de presionar para que las cosas cambien.

Recientemente he pensado, llegado a la conclusión, que para percibir más ampliamente, con mayor profundidad, para poder distinguir lo obscuro de las cosas, de la sociedad, de las personas, se necesita tener una mente crítica capaz de romper los patrones de normalidad, los sesgos, de ver entre líneas, de cuestionar, de dudar. Desafortunadamente, se puede apreciar por la cantidad de estupideces que las personas dicen, escriben en las “redes”, que estamos lejos de lograrlo.

Me considero una persona que constantemente busca ampliar, pulir, la razón, para de esta manera, independientemente si es legal, discernir sobre las cosas, defender un punto de vista o condenarlo.