Estoy
convencido de que Peter le mostró una parte, al niño, del mundo que se le
encontraba vetado, y que le generaba
curiosidad conforme iba creciendo. Porque cuando se está pasando de la niñez a
la adolescencia hay cosas que te comienzan a interesar, más si son prohibidas,
y, como es de esperarse, buscas quien te aclare, te introduzca, te muestre,
cosas y situaciones y palabras que se encuentran fuera de tu círculo
conservador.
Ahora, como
se puede leer en la historia, de hecho,
a Miles lo corrieron definitivamente porque empleo un
vocabulario no permitido en la escuela (me imagino que con cierto prestigio,
conservadora), el cual se le lo enseño Quint en aquella época en la que se
pasaban paseando y que, además, ocupaba el puesto de figura paterna.
Pues bueno,
considero que la institutriz está molesta con las tres opciones que plantea la
pregunta; está molesta con el tío porque no asume su responsabilidad como
tutor, porque no se interesa por sus
sobrinos, porque no quiere que lo molesten, porque la rechazó; está molesta con
los niños porque no le confiesan que también ven los fantasmas, porque no se
sinceran completamente, porque le ocultan cosas; está enojada con los
“fantasmas” porque quieren hacerle daño a sus pupilos, porque juegan con su
mente, porque están poniendo a todos en su contra, porque son seres malignos.
En la
historia no hay datos que apunten a que alguien más, aparte de la protagonista,
vea los fantasmas (mi sentido escéptico
busco en todos los rincones) o que realmente existan fuera de la mente de ella.
Si bien la institutriz supone obsesivamente que los niños también perciben a
los entes y se lo ocultan porque están a) corrompidos, b) porque están poseídos,
c) porque tienen miedo, son sólo suposiciones. El hecho de que alguien suponga
algo, aún teniendo una reputación
respetable, no transforma esa cuestión en una verdad absoluta.
Los otros
habitantes de la casa tienen una percepción muy diferente a la de la
institutriz, pues no todo lo que acontece en el medio más próximo se encuentra
relacionado con sucesos sobrenaturales, incluso la señora Grose cree que los
muertos no se levantan de su tumba para atormentar; caso contrario al de la
institutriz quien relaciona todo, cayendo en la paranoia, con los fantasmas
oscuros y perversos que quieren a sus pupilos para destruirlos. Es como si la
institutriz se desenvolviera en una realidad alterna
El hecho de
que la institutriz, según mi análisis,
se desenvuelva tal y como la hemos “visto”, en el fondo, nos dice que vive
en dos realidades, la primera se nos muestra a lo largo del texto, pero la
segunda, cuando aparece ella, se encuentra escondida, oculta, y se
presta para toda clase de interpretaciones: que si padece una enfermedad
mental, que si realmente percibe una realidad distinta, que si los fantasmas
son proyecciones de su culpa, que si tiene una doble personalidad, etc.
En
ningún momento la institutriz tiene una conversación con Jesser, ella sólo la
ve escribiendo en papel para momentos después verla desaparecer. Ahora, el
hecho de que ésta haya mentido sobre la supuesta plática, por cierto, nos habla
de que proyecta, primero, en los fantasmas parte de lo que siente, de sus
pensamientos, cuestiones internas, de sus temores, de la culpa que siente por
realizar cosas “malas”, segundo, que es mentirosa y manipuladora con tal de
conseguir su fin.
Con
respecto al trato de Miles con su institutriz, creo que hay una relación que va
más allá de cuestiones que tienen que ver con su educación, la cual se puede
leer/entender muy sutilmente. Dicha relación se basa en que, por un lado, ella
está enamorada del niño y cree tener una relación con él, por el otro, tiene
actos de pedofilia, de abuso.
Explicaría
la novela de la siguiente manera:
La
institutriz ha llevado una vida muy estricta impuesta por su padre, es muy
joven para tanta responsabilidad lo que la lleva al limite y detona rasgos de
su personalidad ocultos o contenidos, lo que genera que su percepción de la
realidad cambie, aunque los niños no ven nada, ella asegura que mienten porque
están poseídos o porque fueron corrompidos, algo terrible sí pasó en Bly pero no
son fantasmas sino un caso de abuso infantil entre Quint, Jesser, la
institutriz, Flora y Miles, Flora
enferma de la angustia de vivir con una mujer así, la institutriz en su afán de
“salvar” a Miles, y al estar enamorada de él, lo abraza tan fuerte que lo
asfixia hasta matarlo.
Otra
vuelta de tuerca
Al
comenzar a leer el libro uno tiene la sensación de que la historia va a girar
entorno a una serie de personas que van a ser asediadas por seres y fenómenos sobrenaturales,
fuera de este mundo, que los sobrepasan. No obstante mediante se avanza en la
lectura cada persona se va decantando por la vuelta que desea que tome el
relato. Así, habrá personas que crean que en aquel ambiente, aquella realidad,
sea plausible la existencia de tales seres; habrá otras que consideremos que
todo aquello es producto de una mente con fallas (según algunos psicólogos todos
tenemos mínimo una enfermedad mental) que dara pie a una historia psicológica.