lunes, 26 de diciembre de 2016

ESTABA ALLÍ



y estaba allí 
yo no sabía 
surgió de pronto 
como una ráfaga 
sin dueño  
porque era ajena 
y era mía 
lo irrefutable 
es que es de ambos 
no sé si para siempre 
o para nunca 
lo curioso es que cuando 
me miro en sus ojos 
es como si me enfrentara 
con mi alma  
(Biografía para encontrarme, Mario Benedetti).      




  

sábado, 10 de diciembre de 2016

La pata de mono



De acuerdo a la historia que leímos, un hombre muy santo quería demostrar que el destino gobierna la vida de los hombres y que nadie puede oponérsele impunemente; es decir, la enseñanza según mi punto de vista es que, el destino de los hombres está trazado desde que nacen, cual línea, cual cuerda, y que si se atreven a saltar, tomar atajos, lo alterarán de tal manera que crearán una reacción a determinada acción y, por cierto, parece que mala.  
Ahora, la verdad es que el concepto de “destino” choca con mi forma de pensar, de concebir mi realidad, pues me molesta la idea de que sólo sigo instrucciones, ordenes, cual borrego.  
  
Lo que nos dice que el padre e hijo jueguen ajedrez al inicio de la historia es, a todo esto, primero, que son personas racionales y, por tanto, que cuestionan las cosas, los acontecimientos, segundo, que miran con cierto escepticismo los sucesos mágicos . Asimismo, al leer lo que ocurre con la partida nos podemos percatar que para que alguien gane, de hecho, el otro tiene que perder (obtienen las doscientas libras pero pierden a su hijo). Por lo visto, en la historia se puede observar una especie de trueque: te concedo algo que quieres pero te quito algo que amas, ya que el equilibrio debe permanecer como ley inmutable. 
  
Considero que la razón por la cual el autor eligió una pata de mono como talismán, en el fondo, tiene que ver con el hecho de que en la India se considere a éste un animal sagrado, pues se piensa que es una representación del Dios Mono (Hánuman). De ahí que el autor se valiera de una parte de éste para otorgarle poderes mágicos. A propósito, nuestro personaje Morris -es quien se la da a el señor White- anduvo por esos lares, así que es plausible esta suposición.  
  
Se pueden entrever varias posturas del porqué el Sr. White aceptó el talismán aún sabiendo que traía la desgracia como segundo nombre; primero, considero que las personas nos enfocamos más en las cosas que no tenemos, me falta aquello, seria feliz con esto otro, y perdemos el enfoque en lo que si tenemos; segundo, en nuestra mente nos podemos imaginar teniendo mucho dinero, poder, y si lo puedes obtener de manera inmediata por medio de un talismán, -no por algo los mexicanos confían más en la fe, la magia, la suerte que en la ciencia; guiño, guiño- en dónde firmo; tercero, a los humanos nos gusta comprobar cómo funciona el mundo que nos rodea, las cosas, los fenómenos. Bueno, a unos.  
Ahora bien, creo que yo no hubiese aceptado la dichosa pata mágica, ya que, primero, no creo en la magia, segundo, soy escéptico y desconfiado, como cuando trataron de venderme frijoles saltarines que curaban todos los males. 
  
Las cosas que se repiten tres veces son: “Tres hombres pueden pedir tres deseos, Sus tres interlocutores lo miraron con avidez, Al tercer vaso, le brillaron los ojos y empezó a hablar, El hombre se detuvo tres veces en el portón, Golpearon tres veces la puerta, Son tres capítulos”. 
Ahora bien, no sé si para el escritor el número tres tuvo algún significado en especial, mágico, cabalístico, etc., sin embargo me atrevo a pensar que tiene que ver con la relación, en el fondo, de que todo tiene un inicio, un desarrollo y un final, como el mismo cuento que está dividido en tres capítulos. 
  
Me gustó el final de la historia porque permite que cada individuo construya su desenlace como mejor le parezca, lo imagine, por la experiencia. Además, de esta manera los lectores se vuelven una parte activa del cuento, ya que toman las ideas y las moldean de acuerdo a la construcción de su ser. Así, habrá quien crea que el que tocaba la puerta era el hijo transformado en muerto viviente – me incluyo-; habrá quien crea que el que tocaba la puerta era el viento; habrá quien crea que la que tocaba la puerta era la imaginación, etc. 
  
Nuestro cerebro está diseñado para recordar con más vivacidad las experiencias negativas, desagradables, malas, con el objetivo de que no las volvamos a repetir, que tengamos un estándar para ver las posibles implicaciones si se nos presenta algo similar. Por tanto, es comprensible la reacción del señor White pues, a propósito, sabia por experiencia que los deseos venían acompañados por una desgracia. Yo hubiera hecho lo mismo. 
  
La pata de mono 
  
La pata de mono es un cuento en donde podemos encontrar a dos realidades mezclándose, ya que, por un lado, tenemos a personajes desarrollándose en ambientes cotidianos, jugando ajedrez, charlando, moviéndose en un mundo al que conocemos, y, por el otro lado, tenemos sucesos paranormales, personajes que poseen dones asombrosos, talismanes mágicos. Y es que estos dos mundos confluyen en nosotros, pues a pesar de que nos consideramos personas razonables, inteligentes, evolucionadas, dentro de nuestro cerebro -el cual no ha cambiado, por cierto, durante miles de años- llevamos una parte primitiva, reptiliana, animista, la cual le da forma a lo que no comprendemos. Sólo la razón puede sacarnos de aquel valle pantanoso, pero cuesta ejercitarla. 
  

jueves, 1 de diciembre de 2016

Cuarta sesión de Casa de muñecas



Tanto Cristina como Krogstad son dos balsas a la deriva, su vida ha ido cayendo poco a poco en un abismo, en la inmensidad del mar, y no encuentran brújula que guie su camino. Por ello aquellos dos seres decidieron juntar sus soledades para darle un sentido a la vida, una razón por la cual seguir, un nuevo comienzo. Krogstad, por cierto, aferrándose a un viejo amor y a sus hijos, Cristina a una nueva perspectiva, tiene por quien trabajar, por quien vivir, un hogar que cuidar, una nueva vida. 

La razón por la cual Cristina le pide a Nora que le confiese su secreto a su esposo, se debe a que la situación comienza a volverse insoportable para la segunda, generando pensamientos de suicidio, desgaste emocional y físico. Además, Cristina sabe que los problemas no desaparecen por ignorarlos, por no hablarnos, sino que van creciendo hasta convertirse en insoportables- bueno, supongo-. Por consiguiente, incita a su amiga a enfrentar a su esposo de una buena vez, y de paso, arrancar el miedo que se ha instalado en su ser. 

Considero que tanto Helmer como Rank, a propósito, lo que buscan es una mujer que los alabe, que guarde silencio, que necesite protección, una mujer a la que puedan moldear, un ser manipulable, una muñeca de tamaño normal que adorne su vida, su casa. Por el contrario, el amor exige que no se cosifique al otro, que no se le posea como a una pertenencia, que se le escuche, que pueda opinar, que sea libre de elegir, que sea una persona pensante y no un mero adorno. Por consiguiente me atrevo a afirmar que ninguno la amo. 

La relación de Nora y Helmer se fracturó en su totalidad al saber éste el contenido de la famosa y tan temida carta. Nora creía que su esposo entendería el porqué de su actuar, pues, ante todo, lo hizo para salvar la vida de éste. No obstante, Helmer la acusa, por cierto, de ser una mujer perdida, de estar contaminada por la inmoralidad de su padre, de ser mentirosa, criminal, indigna de cuidar a los hijos, en fin, un ser de lo peor. Es entonces que Nora decide expresar todo lo que venía guardando en su interior con respecto al papel que le fue asignado y sobre su relación. Además, decide hacerse cargo de sí, tomarse un tiempo sola para conocerse, priorizar otras actividades, dejar a sus hijos y esposo. Lo anterior hace que Helmer trate de retenerla con toda clase de promesas, argumentos de la época, sensiblería; pero no lo logra. 
Ahora, debo decir que la reacción de Nora me pareció justa, ya que se hartó, por fin, de seguir el papel que le fue asignado, se hartó de ser una muñeca a la cual pueden moldear, se hartó de ser un adorno, y quiso tomar el control de su vida.  

Lo que Nora quiere decir es que es una mentira que no haya nadie que este dispuesto a sacrificar su honor por un ser amado, ya que muchas mujeres lo han hecho, ella, por ejemplo, sacrifico su honor para salvarle la vida, ya que decidió mentir (lastre de la virtud) para conseguir un préstamo. Sin embargo la posición de poder de Helmer-hombre, por cierto, le impide ver lo anterior. 

Casa de muñecas 

Casa de muñecas me pareció un libro que, en el fondo, profundiza y cuestiona, sutilmente, los roles que se le han asignado a hombres y mujeres, pero, sobre todo, a las mujeres.  
Las mujeres más que ser compañeras de vida, entes libres, para la sociedad en la que se desarrolló la historia, a propósito, eran meros adornos, muñecas de carne y hueso, sombras, que estaban para complacer al hombre, servirle, escucharle, consentirle; estaban para seguir reproduciendo el guion que se les asigno -mañosamente-. 
En su momento el texto que leímos causo desgarramiento de ropas – aún causa-, ya que cuestionaba lo establecido por una sociedad conservadora y mojigata. Pero aquel mundo se ha agrietado. Poco a poco los moldes de aquellas muñecas han sido destruidos, o se intenta.