Analizando
el texto podemos encontrar que hay tres ingredientes esenciales para el autor,
la comida, el sexo y el misterio, esta última característica se ve reflejada,
claramente, en el ocultamiento del verdadero nombre de la circasiana. De esta
manera el narrador le pone un halo de misticismo al personaje-asesino, al mismo
tiempo que la divide en dos, ya que la circasiana se comporta de manera diferente
a como lo haría Armida, como nos enteramos por la carta. Es como si al adoptar
otro mote, por cierto, asumiera otra personalidad.
La
verdad es que, en primer lugar, la mayoría de mis pistas iban encaminadas hacia
El Moro y sus arqueros, sin embargo el personaje de la circasiana despertó mi
sentido arácnido, había algo en el personaje que me intrigaba, la seducción que
infringía en los demás, los embelesaba, por ello le seguí la pista muy de cerca
(resalté párrafos del pdf), pero no encontré pruebas palpables.
La
descripción del banquete, considero, fue diseñada para brindar hasta el más minucioso
detalle con el fin de que el lector se imaginara aquellas exquisiteces de su
tiempo, además de que busca impresionar por la calidad y la magnitud. Todo
estaba preparado para lucirse, en pocas palabras. Sin embargo lo que no me
gustó, y por lo que no me hubiese gustado estar allí es porque, de hecho, había
guerras de comida, había personas orinando y defecando y vomitando, había palomas vivas dentro de algunas
preparaciones (me imaginaba que dentro de dichas preparaciones las palomas se
estaban cagando del miedo). Me gusta que la comida tenga buen aspecto y buen
sabor, pero también que esté limpio el lugar en el que como.
Creo
que la literatura cada vez más y más ha roto la cerca en la que se encontraba encerrada
tradicionalmente, el ambiente intelectual, hombres en su mayoría. Vale la pena
decir que algunas mujeres, en su tiempo, tuvieron que firmar con seudónimos masculinos,
disfrazarse, que el esposo firmara sus textos. Ni que decir de la clase
trabajadora.
Bien,
así como en algún tiempo la lectura y la escritura sólo estuvieron reservadas
para los escribas y para personas de la elite, ahora cualquier persona puede
escribir sobre lo que le venga en gana (hasta la legión de los idiotas como
decía Eco), algunas tiene el don o lo han cultivado, claro, con disciplina, y sus
textos son joyas, mientras que otros producen verdaderas porquerías, cosas
banales, estupideces.
El
banquete
El
libro inicia con la primicia de que se celebrará una boda de alcurnia, de la
alta sociedad, entre Isabel y Gian, para la cual se tiene previsto una gran
comilona, de ahí el nombre del libro. Pero antes de que suceda dicho banquete,
una serie de asesinatos, romances fugaces, y muchas comidas, claro, con
especias, azúcar y agua de rosas, tendrán lugar.
Considero
que la lectura tiene puntos positivos, no obstante sentí que en ocasione la
trama se cortaba abruptamente por la excesiva descripción de las comidas.
Asimismo, sentí que las escenas en las que después de la comida surgían momentos
de seducción, orgias, eran un tanto inverosímiles, ya que después de comer, por
lo menos a mí, me dan ganas de dormir, el mal del puerco, pues. También sentí
que el cierre fue un tanto flojo, ya que de acorde a la magnitud del evento, a
propósito, hubiese sido mejor que aquel evento terminara con espectacularidad,
ya saben, acción.