Creo
que en realidad nadie ha visto ni conoce la apariencia de Locusto,
pero ante la popularidad, la expectativa que ha despertado, para
darse ínfulas de codearse entre las altas esferas, para sacar algún
beneficio, para farolear, algunos dicen haberle visto.
Para
Blum es importante desenmascarar a los farsantes, de hecho, porque
dichos personajes están dispuestos a aprovecharse de la credulidad
de un público semianalfabeto. O puede ser, como lo menciona más
adelante, que detrás de su búsqueda por desenmascarar, por cierto,
se encuentre una historia personal.
Las
personas pueden creer en lo que ellas quieran, siempre y cuando no
busquen sacar provecho de la credulidad de las personas con
verdaderas estafas, o que afecten a terceras personas, o que nos
pongan en peligro como los anti vacunas, entre otros.
La
ciencia más que querer desbancar a los cultos místicos, las
diferentes cosmovisiones, las diferentes formas de pensar, muestra
evidencias para que las personas sopesen y tomen una decisión.
Pobres
y adinerados tienen distintos motivos para acudir al bosque, los
primeros van en busca de cura para sus problemas físicos, los
segundos acuden en busca de experiencias que desafíen al sentido
común. No obstante ambos creen en lo místico, en lo sobrenatural.
Quizá
nuestro personaje principal tiene cierta preferencia hacia los
pobres, ya que opina que se puede aprender de la gente más sencilla
tanto como de los libros.
Tal
vez el escritor eligió incrustar la obra de Macbeth en el texto, a
todo esto, como un adelanto de lo que pudiera pasar. Quizá alguien
esté dispuesto, a toda costa, a conseguir su futuro glorioso, pero
lo descubra Blum y sus secuaces, muera en la refriega.
Sin
duda que los puntos presentados sobre la novela negra encajan con el
texto que estamos leyendo. A no ser que me haya pasado como cuando
leí un libro de psicología clínica y juraba que tenia todas las
enfermedades.
Algunas
historias que conozco, todas de Rubem Fonseca, son: El gran arte,
Bufo y Spallanzani, El seminarista, Novela negra, Del fondo del mundo
prostituto sólo amores guardé para mi puro, La Biblia y el bastón.