Con respecto
a quien es el narrador, a todo esto, tengo dos suposiciones. Primera, que
efectivamente se trate del general Llorente, quien observa todo desde un plano
temporal más elevado, por eso de que logro vencer al tiempo. Segunda, que se
trate de un ser omnisciente y omnipresente, el diablo, dios, quien dé detalles
de lo que ocurre en aquel micro-universo.
Creo que Felipe no se va de la casa por varias razones,
la primera, porque quiere que su trabajo se prolongue lo más posible para
ahorrar, por lo menos doce mil, para concluir su propia obra sobre los
descubrimientos y conquistas españolas en América, segunda, porque se ha
enamorado de Aura, de sus ojos verdes, de su perdición, tercera, porque alcanza
a distinguir que, en el entretejido de aquella atmosfera, se oculta algo que
debe descubrir, algo que lo retiene.
Si bien el general Llorente es mexicano, creció en
Oaxaca, también es cierto que los estudios militares los realizó en Francia, al
igual que su exilio, esto explicaría, quizá, porque escribe en francés.
Ahora, sin duda que los fragmentos nos
revelan ciertas cosas sobre Consuelo, por ejemplo, que odia a los gatos, que le
gusta sacrificarlos, que siempre estaba envuelta en terciopelo verde, que
estaba obsesionada con la belleza y la juventud y que haría cualquier cosa para
preservarlos.
Siempre se van a dar diferentes
interpretaciones de un hecho, de un texto, de un suceso, porque cada persona
tiene su particular forma de ver y entender al mundo, la realidad.
Sin embargo yo me decantaría por la
historia de la reencarnación, porque de esta manera nuestro personaje sería
capaz de romper con la línea recta dictatorial que impone el tiempo, y, así
descubrir que durante veintisiete años ha llevado solamente una máscara.
Si hablamos de simbolismos que se
encuentran en Aura, debo de admitir, por cierto, que conozco muy poco al
respecto, si acaso el de los gatos y perros, no obstante, me aventurare a
desarrollar tres que me llamaron la atención; primero, el cristo negro, el cual
simboliza la absorción del mal; segundo, el cabrío, el cual simboliza el
sacrificio a cambio de algo; tercero, la casa vieja, la cual simboliza el paso
del tiempo por el plano físico.
Y, vale la pena resaltar, el texto es
disfrutable aún si no se conoce toda la simbología oculta, pues nuestra mente
se vale de toda la información que tenga almacenada para rellenar. O puede ser
que mucha simbología sea subproducto de sobre analizar las cosas.
Consuelo es una vieja hechicera, un ángel
caído, que está dispuesta a realizar toda clase de brebajes con plantas,
sacrificios de animales, pactos con el diablo, para conservar su belleza y
juventud, tener una hija, conservar el amor de Llorente, vencer al tiempo.
Aura es la hija que
nunca pudo tener Consuelo, es una representación de lo que consideraba su
estado ideal, es una ilusión, es un desdoblamiento.
Aura
Es una novela que se
mueve entre una obscuridad asfixiante, entre un mundo poblado por fantasmas y
apariciones, entre la maldad, entre la obsesión por preservar la belleza y la
juventud, pero también por la idea de que el amor se impone por encima del
tiempo, por la ilusión que el tiempo produce en nuestro ser, no así en el plano
físico.