viernes, 31 de enero de 2020

Segunda sesión de Aura



Con respecto a quien es el narrador, a todo esto, tengo dos suposiciones. Primera, que efectivamente se trate del general Llorente, quien observa todo desde un plano temporal más elevado, por eso de que logro vencer al tiempo. Segunda, que se trate de un ser omnisciente y omnipresente, el diablo, dios, quien dé detalles de lo que ocurre en aquel micro-universo.

Creo que Felipe no se va de la casa por varias razones, la primera, porque quiere que su trabajo se prolongue lo más posible para ahorrar, por lo menos doce mil, para concluir su propia obra sobre los descubrimientos y conquistas españolas en América, segunda, porque se ha enamorado de Aura, de sus ojos verdes, de su perdición, tercera, porque alcanza a distinguir que, en el entretejido de aquella atmosfera, se oculta algo que debe descubrir, algo que lo retiene.  

Si bien el general Llorente es mexicano, creció en Oaxaca, también es cierto que los estudios militares los realizó en Francia, al igual que su exilio, esto explicaría, quizá, porque escribe en francés.
Ahora, sin duda que los fragmentos nos revelan ciertas cosas sobre Consuelo, por ejemplo, que odia a los gatos, que le gusta sacrificarlos, que siempre estaba envuelta en terciopelo verde, que estaba obsesionada con la belleza y la juventud y que haría cualquier cosa para preservarlos.

Siempre se van a dar diferentes interpretaciones de un hecho, de un texto, de un suceso, porque cada persona tiene su particular forma de ver y entender al mundo, la realidad.
Sin embargo yo me decantaría por la historia de la reencarnación, porque de esta manera nuestro personaje sería capaz de romper con la línea recta dictatorial que impone el tiempo, y, así descubrir que durante veintisiete años ha llevado solamente una máscara.

Si hablamos de simbolismos que se encuentran en Aura, debo de admitir, por cierto, que conozco muy poco al respecto, si acaso el de los gatos y perros, no obstante, me aventurare a desarrollar tres que me llamaron la atención; primero, el cristo negro, el cual simboliza la absorción del mal; segundo, el cabrío, el cual simboliza el sacrificio a cambio de algo; tercero, la casa vieja, la cual simboliza el paso del tiempo por el plano físico.
Y, vale la pena resaltar, el texto es disfrutable aún si no se conoce toda la simbología oculta, pues nuestra mente se vale de toda la información que tenga almacenada para rellenar. O puede ser que mucha simbología sea subproducto de sobre analizar las cosas.

Consuelo es una vieja hechicera, un ángel caído, que está dispuesta a realizar toda clase de brebajes con plantas, sacrificios de animales, pactos con el diablo, para conservar su belleza y juventud, tener una hija, conservar el amor de Llorente, vencer al tiempo.
Aura es la hija que nunca pudo tener Consuelo, es una representación de lo que consideraba su estado ideal, es una ilusión, es un desdoblamiento.


Aura
Es una novela que se mueve entre una obscuridad asfixiante, entre un mundo poblado por fantasmas y apariciones, entre la maldad, entre la obsesión por preservar la belleza y la juventud, pero también por la idea de que el amor se impone por encima del tiempo, por la ilusión que el tiempo produce en nuestro ser, no así en el plano físico.



viernes, 24 de enero de 2020

Primera sesión de Aura



En el caso de que, hipotéticamente, escribiera una novela de terror en México, la situaría en un viejo palacio, en una casona, en una hacienda, en donde el paso del tiempo viniera realizando sus estragos: ventanas sucias y opacas, cortinas roídas, humedad comiéndose las paredes, ratas, la naturaleza recobrando lo que un día fue de ella, muebles que fueron insignia de épocas pasadas, pero que ahora resultan absoletos.
Ahora, solamente habría dos personajes en escena, uno presencial y el otro como recuerdos del primero. La historia narraría el retorno de Emiliano a la casa familiar, casa que en algún tiempo mostró ostentación, belleza, alegría, pero que a raíz del suicidio del hermano todo se fue en picada. Dicho personaje quisiera revivir aquellos tiempos una vez más, antes de que aquel lugar de paso a un centro comercial.

En mi recorrido por diversos libros, diversos autores, sin duda que me he topado con frases, fragmentos, de palabras en otros idiomas, como en el libro “El seminarista” de Rubem Fonseca, en donde el personaje principal constantemente suelta frases en latín, por cierto, como una reminiscencia de su pasado eclesiástico.
Ahora bien, creo que para saber, darnos una idea, el porqué, el efecto que desean obtener, al utilizar frases en otro idioma, es importante analizar el contexto en que se da, por ejemplo, en el ya mencionado caso del asesino Lecter, éste utiliza otro idioma como muestra de que es una persona culta.

Pues bien, creo que la novela va a tratar sobre el encuentro, la mezcla, entre la realidad y lo sobrenatural, entre aquello que se puede tocar y lo que flota en el aire, entre lo que realmente sucede y la imaginación, sobre aquello que es tan fuerte que es capaz de volver a unirse.