viernes, 25 de noviembre de 2016

Tercera sesión de Casa de muñecas



En la historia que estamos leyendo podemos ver como poco a poco Nora ha ido dejando de hablarle/acercarse a sus hijos; la razón por la que se da lo anterior, a propósito, se debe a lo que le dijo su esposo: “Porque semejante atmósfera de mentira contagia con principios malsanos a toda la familia. Cada vez que respiran los hijos absorben germenes del mal. He tenido mil ocasiones de comprobarlo como abogado. Casi todas las personas depravadas han tenido madres mentirosas”. Y como sabemos, Nora le mintió con el proceder del dinero, además de que cometió fraude, por cierto. Es decir, Nora siente que ella es una mala influencia para sus hijos, y como los quiere, evita transferirles sus germenes del mal, acercarse, pues. 
  
Con respecto a la relación que pudiese haber entre los males de salud del doctor, a todo esto, por el actuar de su padre, tengo dos suposiciones, primera, que para el contexto en el que se desarrolla la historia es importante hacer énfasis en las consecuencias que puede generar obrar mal, ya que esto desencadenaría consecuencias negativas para el que las comete y para su descendencia; segunda, que los males del doctor, más que ser una consecuencia de sus actos libertinos, éstos se deben a la mala genética de sus padres.  
  
La razón por la cual Helmer no intercede en favor de Krogstad se debe por dos cuestiones, primera, le tiene aversión por la moral mostrada, segunda, le importa quedar en ridículo frente a su personal, o que consideren que es fácilmente influenciado por su esposa. 
  
  
El porqué Helmer es el único que tiene la lleve del correo, nos dice que éste quiere mantener cierto control con lo que se remite y se recibe. Es como una especie de censor que, por cierto, revisa que se puede mandar y que no. Mejor dicho es el dictador del correo. 
  
El Dr. Rank no quiere que Nora le cuente a su esposo/amigo de su enfermedad mortal porque esto cambiaría su amistad, según él, y lo empezaría a ver con un sentimiento de lastima. Ahora, en el fondo, el doctor le cuenta a Nora sobre su fatídico destino, por un lado, porque siente que su muerte está próxima y necesita contárselo a alguien y, por otro lado, porque está preparando el terreno para confesar su amor por ella.  
  
Si bien Nora tenía pensado pedirle dinero al doctor para saldar su deuda con Krogstad, no lo hace porque éste vuelve incomodo el momento al declararle su amor, y para meterle más tensión, a propósito, su esposo está en el cuarto de al lado. Además, el doctor podría malinterpretar el favor, de hecho, confundiendolo con cierto interés de parte de ella hacia él. Y con la situación del chantaje le basta. 

viernes, 18 de noviembre de 2016

Aquiles



Entonces Jorge Eliécer Gaitán cae muerto diciendo todo esto en una calle de Bogotá. La catarata se siega. La mirada se nubla. Las manos se retuercen de congoja. Lo mata un hombre vestido de gris. Lo mata con tres balazos. El asesino es linchado. Bogotá estalla en llamas. Son saqueadas las casas de los ricos, las oficinas, los conventos, las tiendas, la catedral. Se rompen los candados de las cárceles. Los tanques aparecen en las plazas. El fuego es indiscriminado. Es el mes de abril de 1948. La policía y los soldados les cortan los testículos a los partidarios de Gaitán. Asesinan a bayonetazos a las mujeres preñadas. <<No dejen ni la semilla.>> Los partidarios de Gaitán mueren degollados con la lengua colgándoles hasta el pecho. Esto se llama <<el corte de corbata>>. 
El estado de sitio crea dos tipos de crímenes: los políticos y todos los demás. Los primeros son juzgados por tribunales militares. Son los crímenes contra los ricos: robo, rebelión, secuestro, organización del trabajo, manifestación pública. Y los pagan los pobres. En los tribunales civiles, sólo juzgan los crímenes contra los pobres: tortura, despojo, asesinato, pero éstos no los paga nadie. La rebelión de los débiles se llama violencia. La violencia de los ricos se llama impunidad. 
-La guerrilla es el lubricante de la revolución y la revolución es el lubricante de la justicia. ( Aquiles o El guerrillero y el asesino, Carlos Fuentes). 

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Segunda sesión de Casa de muñecas



En primer lugar, Torvaldo trata a Nora como si estuviese tratando con una niña y no con una mujer, ya que el modo de hablar de él es similar al que se suele emplear cuando se trata con éstos y, en segundo lugar, éste utiliza un tono condescendiente (negativo) con su esposa, el cual deja en claro un sentimiento de superioridad. En resumen, Helmer infantiliza a su esposa y la vuelve inferior, incapaz, sólo sirve para despilfarrar el dinero. 
Lo anterior nos dice que Torvaldo es una persona promedio de la época, la cual nunca se cuestiono lo que le dijeron de las relaciones de pareja, toda llena de estereotipos, por cierto. Éste se casó – porque es lo que se espera- con una mujer bonita, decente, educada, servicial, etc., y no porque, a propósito, haya encontrado una compañera de vida. 
  
Si bien en un inicio Nora presenta características positivas (alegría, satisfacción, esperanza), por cierto, porque el futuro que le espera a ella y a su familia luce prospero, todo cambia con la llegada de Krogstad. Esto porque éste posee un secreto que le puede acarrear serios problemas a ella, no sólo con su esposo, sino con la ley, ya que ella cometió un fraude al falsificar la firma de su padre. Ante tal situación Nora comienza a cambiar su forma de pensar, por consiguiente, empieza a actuar diferente, ya que el miedo, en primer lugar, por la reacción de su esposo, en segundo lugar, por la “contaminación” de sus retoños y, en tercer lugar, enfrentarse a una situación jurídica, poco a poco irán haciendo mella en su persona. 
  
Las personas nos comportamos diferente en diferentes situaciones, o con diferentes personas; así, Nora se comporta distinto cuando está con su esposo -servicial, educada, atenta, cariñosa, correcta-, cuando está con su amiga – más desenvuelta, rompe lo impuesto (comer golosinas), más abierta (le cuenta su secreto)-, cuando está con Krogstad – retadora, fuerte-. 
  
En ocasiones para entender el contexto en el que sucedió determinado suceso, conducta, es necesario remontarse a la época en la que aconteció el mismo. Así pues, por aquellos años era humillante para los hombres (su fragilidad masculina) no ser un buen proveedor, ya que ese era el rol que se les asignaba, y la sociedad esperaba que lo llevaras a cabo con eficacia. Bueno, aún hay trabas. 
  
La razón por la qué Nora desea poder decir frente a su esposo: “Rayos, truenos, huracanes”; se debe a que ya está harta de comportarse “correctamente”. Nora está cansada de seguir letra a letra el guion que fue escrito para ella, ese molde que le fue impuesto. Nora quiere romper lo establecido, pero no se atreve. 
  
Las personas desesperadas, por cierto, actúan desesperadamente; así, Nora estando en una situación límite fue capaz de cometer fraude (quizá inconscientemente), ya que la vida de su esposo estaba en juego. En ese momento ella no se cuestiono si estaba bien o no falsificar la firma de su padre, sólo le importaba salvar a Torvaldo. Algo similar le sucede a Krogstad, quien desesperado y angustiado por perder el empleo (con justa razón, pues ha cometido varios fraudes), por lo visto, está dispuesto a jugarse su última carta: el chantaje. 
Y es que hay tres tipos de personas en el mundo, las que se comportan correctamente toda su vida (las menos), las que se comportan mal (un porcentaje más alto), y por último, las que navegamos en ambas aguas ( el promedio de la población). 
  
  
  

viernes, 11 de noviembre de 2016

Primera sesión de Casa de muñecas



Para empezar, la teoría, en muchas ocasiones, no se sustenta con la realidad. Ahora, hay un montón de escritos que dicen que ante la ley hombres y mujeres son iguales, que la justicia es imparcial, que es ciega, pero sabemos de sobra que no es así. Sabemos que en muchas sociedades ser mujer trae consigo menos oportunidades, miedo a que se les asesine, se les desaparezca, menores salarios, mayor presión social, etc. Por ejemplo, se castigan como delitos menores las violaciones en Sonora, Campeche y Baja California, no obstante, si el violador se casa con su victima, es muy probable, que se le indulte. Vaya locura. 

 Lo qué hombres y mujeres somos y cómo nos comportamos, más que tener una relación con la naturaleza, tiene que ver factores sociales y culturales, clichés, estereotipos y roles de genero. Así, el qué un hombre o mujer sea más/menos sensible, cariñosas, agresivos, ambiciosas, es por lo antes dicho, y no porque los hombres son de Marte y las mujeres de Venus; es decir, las diferencias que constante vemos reproducidas no proceden de diferentes cerebros, sino de las ideas que se implantan en él. No obstante hay personas que se atreven a romper el cascaron, mujeres que incursionan en deportes de contacto -territorio considerado masculino-, hombres que se demuestran cariño, etc. 

  La idea de que el hombre es el protector y el proveedor de la mujer, y que ésta debe ser obediente y servicial para con éste, surge derivada de un sistema patriarcal, el cual asigna un rol a cada integrante de la sociedad. En dicho sistema al hombre se le considera fuerte y capaz mientras que a la mujer incapaz y débil; por ello se alienta a las mujeres a tener un hombre a su lado. Sin embargo dicho sistema ha comenzado a tener fisuras, ya que las mujeres han venido cuestionándolo desde diferentes frentes, acciones y campañas. Derivado de ello, ahora hay mujeres protectoras y proveedoras de la familia, mujeres en puestos de mando, mujeres conductoras, boxeadoras, raperas, constructoras, peleadoras, etc. 

 Si bien vivimos en una sociedad que está conectada entre diferentes nodos (personas), y que a cada acción corresponde una reacción, creo que se puede dar el caso, por un lado, de que alguna persona que haya cometido alguna acción mala, sus hijos terminen pagando por ello, sin embargo no creo que sea una generalidad pues influyen muchas variables. Además, la vida no es muy justa que digamos, ya que hay mujeres y hombres que han luchado por justicia y, a propósito, se les ha asesinado, mientras que los criminales gozan de impunidad.  
  

martes, 8 de noviembre de 2016

No todo es destrucción



Hay momentos en los que ser viejo es triste, y hay ocasiones en las que resulta insoportable. Entonces la cabeza se te llena de la añoranza de todo lo perdido y te ahoga la melancolía del nunca jamás. Nunca jamás seré el dueño de mi cuerpo como antes lo era, nunca jamás la dulzura de las noches juveniles, nunca jamás la esperanza de futuro y poderío. Si eres tan viejo como yo lo soy, todo lo que eres ya lo has sido. 
Y sin embargo, mi querida Lucía, la ancianidad no es un lugar tan desolado. Hay algo en la misma edad que te protege, algo que te compensa: cierta aceptación, cierto entendimiento. Por ejemplo, cuando llegas a vivir tanto como yo, empiezas a comprender la muerte un poco mejor. Los hombres nos creemos que la muerte es un enemigo que está fuera de nosotros, un extranjero que nos acecha y que intenta invadirnos una y otra vez por medio de las enfermedades. Pero no. En realidad no morimos de algo exterior y ajeno, sino de nuestra propia muerte. La llevamos con nosotros desde el día en que nacemos y es algo cercano y cotidiano, tan natural como la vida. Esto que estoy diciendo es la mayor obviedad del mundo, y sin embargo nuestro cerebro se resiste a aceptarlo. 
Cuando llegas a vivir tanto como yo, en fin, empiezas a intuir que dentro del desorden del mundo hay cierto orden. Tal vez sea producto de mi necesidad, una defensa ante la desolación y el sinsentido, pero lo cierto es que cada día que pasa me parece más evidente que la armonía existe. Que por encima del fragor de las pequeñas cosas hay una serenidad universal, sublime. Tan universal y tan sublime que ciertamente resulta de poco consuelo cuando el horror se abate sobre nuestra pequeñez, sobre el aquí y el ahora. 
[…] El mundo no es sólo furor y violencia y caos, sino también esos pingüinos ordenados y fraternales. No hay que tener tanto miedo a la realidad, porque no es sólo terrible, sino también hermosa. (Rosa Montero, La hija del caníbal).

martes, 1 de noviembre de 2016

Tercera sesión de Sir Gawain y el Caballero Verde




Las cacerías son tan directas, detalladas, minuciosas que, en el fondo, son enseñanzas de esa actividad. Éstas son unas muestras reales de lo que acontecía en aquella época, con sus costumbres y sus reglas. Además, se utilizan para hacer una analogía entre el placer que produce la cacería y el placer que produce el cuerpo -deseos carnales-. 
En cierta forma podemos encontrar en el texto una unión entre lo real -caza- y lo fantástico -dragones, salvajes, el Caballero Verde-; el otro mundo que es parte de la realidad que no es tangible.  

Gawain rechaza el anillo por dos cuestiones, primera, porque es una prenda muy costosa y él no tiene con que devolver el detalle, y, segunda, porque el anillo lleva intrínsecamente un compromiso mayor y que, por cierto, él no está dispuesto a aceptar. 
Ahora, nuestro caballero decide aceptar la prenda -no podrán matar al que la lleve por ninguno de los medios terrenales- porque tiene miedo hacia lo desconocido, su destino, que le aguarda en la Capilla Verde; además, por ello no se la entrega al señor del castillo.    
Lo anterior nos dice que nuestro héroe -arquetipo- se vuelve humano, y como humano tiene debilidades (miedo, traición, tentación).

El Caballero Verde no le da el primer golpe a Gawain, a propósito, porque quiere ver como su valentía y su lealtad flaquean -basta con observar como su hombros se estremecen-, como la de cualquier hombre.  


Considero que la actitud de nuestro caballero de culpar a las mujeres, a propósito, tiene que ver con que siempre es mas cómodo culpar a los demás de nuestras fallas, dejarle la responsabilidad a alguien más; es decir, yo no hubiese fallado de no haber sido porque alguien me saboteo, me tentó, me orillo a mentir. ¿Dónde está la responsabilidad de Gawain?

Sin duda que se puede observar un antes y un después de nuestro caballero, por ejemplo, descubre el poder “oscuro” de la mujer, es más consciente de su vida, sabe que hay fragilidad en los humanos, aprende a controlarse, es menos orgulloso. 

La enseñanza que se puede encontrar en la historia es, de hecho, que cuando los sentimiento tales como el miedo y el deseo se instalan constantemente en nuestra mente, por lo visto, éstos pueden hacernos perder la razón, por ende, dañar el espíritu, corrompernos. 


Sir Gawain y el Caballero Verde 

 Es indudable que cuando terminamos de leer un texto, una idea-semilla se instala en nuestro yo, pasando a formar parte del conglomerado de ideas que conforman lo que somos. Así, parte del mundo caballeresco que leímos en el escrito o una sola idea, por cierto, pasa a germinar en nosotros, nos cambia, en cierta forma. Y no es que la literatura nos haga mejores o viceversa, pero si nos permite conocernos mejor, saber cuales son nuestras virtudes y defectos, saber cual es nuestro camino, o por lo menos, vislumbrarlo.

Herman Hesse en su libro Demian plantea que para ser verdaderamente libres es necesario romper el cascaron-mundo (algunas ideas que nuestros padres nos inculcaron, la sociedad, los medios, la educación, etc). Así, nuestro caballero al destruir algunas ideas que él creía ciertas e inamovibles, a propósito, rompió un pedazo del cascaron y, de paso, se conoció mejor. 

Asimismo, el texto construye un mundo en donde la ficción y la realidad forman un sincretismo, el cual nos permite proyectarnos del mundo físico al intangible, al de las ideas. Porque la realidad y la ficción no son entes separados, sino que por el contrario se complementan.