Sin duda, Desdémona ya sospechaba lo que sería su
trágico final. Desde que se percató del cambio en el comportamiento de su
esposo, supo enseguida que algo no estaba bien. Trato de saber cuál era la
causa de los celos que atormentaban a su amado, pero no se enteró del todo. Su
esposo, el que antes le decía cosas hermosas, ahora le decía palabras que la
destruían lentamente. El amor que un día
los unió, ahora los mataba lentamente. Por ello, Desdémona nos dice:
DESDÉMONA
Mi madre tenía una doncella, de nombre Bárbara. Estaba
enamorada, y su amado le fue infiel y la dejó. Sabía la canción de un sauce,
una vieja canción que expresaba su sino, y murió cantándola. Esta noche no
puedo olvidar la canción. Me cuesta no hundir la cabeza y cantarla como lo
hacía la pobre de Bárbara.
Con la historia anterior, nos queda claro que Desdémona estaba pensando en
su muerte.
Desdémona estaba muy enamorada de Otelo, tanto que
prefirió abandonar a su padre antes que a él. En los días difíciles de su
relación, Desdémona recordaba una y otra vez, uno de los momentos más
importantes en su vida, su boda. Las prendas que utilizó aquel día -en especial
las sábanas de boda- pasaron a ser
recuerdos de un tiempo en el que parecía que el amor sería eterno. Si Desdémona
tenía que morir por culpa de unos celos enfermizos, sería amortajada en una de
esas sábanas que tanto apreciaba.
Otelo no se traga todo el cuento de que su esposa le
es infiel, pese a que Yago es
insistente. Como estrategia, Yago
le dice a Otelo que dicte sus órdenes, y que por su obediencia hará lo que sea
necesario para demostrar su lealtad. Otelo le pone como prueba, que en tres
días le diga que Casio ya no vive.
Eran entre las 12:00am y 1:00am, cuando Casio salió de
la casa de Bianca. Muy pocas luces quedaban encendidas. La noche parecía
devorar todo a su alrededor, como si fuese un lobo hambriento, y las luces,
pequeñas ovejas. El viento traía diversos aromas, pero principalmente a algas y
sal. A lo lejos se podía escuchar un pequeño ruido, casi un arrullo, era el
mar. Mientras Casio caminaba, sus pies chocaban con toda cantidad de objetos,
que bien podían ser rocas, lodo o basura. De repente, una sombra se cruzo en su
camino, pero no le dio mucha importancia. La sombra se acerco cada vez más. No
fue hasta que la tuvo a solo unos pasos, que se dio cuenta de sus intenciones.
Acto siguiente, comenzó una lucha por la supervivencia. Unos minutos más tarde,
la espada de Casio se incrustaba en el cuerpo de su enemigo.
Desdémona y Emilia tienen una conversación sobre el
comportamiento de las mujeres que les son infieles a sus esposos. Desdémona
muestra una actitud conservadora, mientras que Emilia nos dice:
EMILIA
Sí, un montón, y tantas como para poblar el mundo que les dieran. Mas creo
que si pecan las mujeres la culpa es de los maridos: o no cumplen y llenan
otras faldas de tesoros que son nuestros o les entran unos celos sin sentido y
nos tienen encerradas; o nos pegan o nos menguan de dinero por despecho. Todo
esto nos encona y, si nuestro es el perdón, nuestra es la venganza. Sepan los
maridos que sus mujeres tienen sentidos como ellos; que ven, huelen y tienen
paladar para lo dulce y agrio. ¿Qué hacen cuando se van con otras? ¿Gozar? Creo
que sí. ¿Los mueve el deseo? Creo que sí. ¿Pecan por flaqueza? Creo que
también. Y nosotras, ¿no tenemos deseos, ganas de gozar y flaquezas como ellos?
Pues que aprendan a tratarnos o, si no. Que sepan que todo mal es el mal que
nos enseñan.
Otelo y Desdémona tienen una conversación que gira en torno a la supuesta
infidelidad de ella. Cuando terminan de hablar, Otelo decide matarla
ahogándola. Pero justo cuando la está matando, Emilia toca la puerta y le
insiste en que debe hablar con él. El moro no sabe si abrirle o no, después de
sopesar diferentes variantes, le abre. Resulta que Desdémona no esta muerta y
alcanza a decir unas cuantas palabras. Entonces, ¿cómo es posible que alguien
supuestamente “ahogado” reviva unos minutos?, la posible respuesta es que
Desdémona no muere “ahogada”, sino que antes había ingerido alguna clase de
veneno. Por ello, le dice que la mate dentro de treinta minutos, tal vez es el
tiempo que tarda en hacer efecto el veneno. Desdémona amaba tanto a Casio, que
prefirió suicidarse antes que ser asesinada por él.
Yago siempre alardeaba de su poder de razonamiento, él decía que las
emociones pueden ser dominadas por el raciocinio. Pero quedo claro, que no
siempre es así. Pues en el momento en el que su esposa lo delata, una oleada de
furia se apoderó de él, tanto que decidió asesinar a su esposa antes que al
moro.
El castigo de Yago queda pendiente, tal como nos dice Ludovico:
LUDOVICO
Y este infame, si hay algún castigo
refinado capaz de atormentarle sin que muera imponédselo. Vos sufriréis
reclusión hasta que el estado de Venecia sea informado de vuestro delito.
Comentario final.
Otelo de William Shakespeare me pareció una obra excelente. En la obra se
pueden encontrar diferentes elementos que la hacen muy atractiva, como los
celos, la traición, la mentira, el razonamiento, lo emocional.
Sin duda, la obra me hizo reflexionar sobre la problemática de los celos.
Muchas personas ven a los celos como sinónimo de amor, pero nada más alejado de
la realidad. Los celos son dañinos, tanto para el que los sufre como para el
que los padece. Y, por ellos se pueden cometer una gran cantidad de idioteces.
Por otra parte, la mentira es necesaria para vivir el día con día. No han
sentido asco de la realidad en alguna ocasión. Tantas noticias que nos
desaniman, que nos hacen pensar si la humanidad es realmente “humana”. Tanta
sangre derramada, tantos muertos, tanta hambre, tanta miseria, tanta violencia.
Y, a pesar de ello, el mundo sigue su curso. Entonces, ¿cómo podemos seguir
adelante? pues sencillo, mintiéndonos.
Otelo construye toda una historia que justifica sus celos, pero solo se está
mintiendo. Yago cree que puede salir bien librado de toda la maraña de
mentiras, sin embargo termina preso. Emilia piensa que su esposo no es tan
malvado como para destruir el matrimonio de Otelo y Desdémona, y al final
termina muerta. Desdémona se miente todo el tiempo, aun cuando las señales son
muy claras.
Para finalizar, me gustaría decir que dentro de la obra está muy presente
la lucha entre lo racional y lo emocional. La constante batalla que libramos
los humanos, al tratar de controlar nuestras emociones. Pero somos seres
emocionales, más que racionales.