Hamida siempre detesto la pobreza en
la que había crecido, llena de carencias y aspiraciones hacía el mundo de los
ricos. Las lentejas le gustaban, pero sabía que era una comida de pobres,
porque los ricos sólo comían carne. Ella no quería un matrimonio miserable, una
vida llena de hijos que tendría que alimentar en una calle llena de miseria. Lo
que ella ansiaba era el lujo, el dinero, la ropa, las joyas y despertar la
envidia en los demás. Sabía que la única manera de conseguir aquella vida tan
anhelada, era a través de su belleza.
Un día conoció Faraj, quien la
enamoró y le prometió una vida como la que tanto deseaba. Hamida dejo
atrás a su madre y al callejón que la vio crecer, para partir con la esperanza
de materializar sus sueños. Y lo consiguió, pues comenzó a tener dinero,
perfumes, vestidos, joyas y el lujo que tanto quería. Pero para conseguir todo
aquello tuvo que convertirse en prostituta.
Hussain estaba convencido de que la
vida que llevaba en el callejón no era la indicada para él, pues consideraba
que pertenecía a otra clase social, a otro lugar. Debido a esto, partió en
busca de mejores condiciones de vida, convencido de que las encontraría.
Lo cierto es que tuvo que volver a su hogar, aquel que tanto despreciaba,
aquel que se encontraba en el callejón que tanto aborrecía.
Considero que la forma de ser de
Hussain, tuvo que ver con el hecho de que lo despidieran primero que a Abbas.
Recordemos que siempre estaba riñendo por todo a todos. El mal humor era una
parte esencial en él, además de que estaba dispuesto a humillar a quien fuese.
Cuando Faraj le propuso a Hamida
irse a vivir con él, lo primero que ésta se pregunto fue, qué iban a decir los
vecinos cuando se enteraran de que se había marchado con un hombre. La respuesta
se resumía en una sola palabra: "Puta". La boca se le seco y se
acordó cuando les grito a sus amigas trabajadoras: "Putas
callejeras", acusándolas de vivir como hombres, y de recorrer libremente
las calles.
Esta claro que el hecho de romper
con ciertas tradiciones o rituales por parte de las mujeres en las sociedades
patriarcales, les acarreara una estigmatización.
Hamida desde el primer momento tomó
el camino de la prostitución por voluntad propia. El caso de ella era bastante
diferente al de las otras chicas que se habían visto obligadas por la necesidad
y las circunstancias, y a las que atormentaba el remordimiento. En cambio para
Hamida aquella vida representaba la materialización de todos sus sueños:
dinero, ropa, joyas, lujo.
Faraj le cambia el nombre a Hamida
como un acto simbólico de cambio de vida. Según él, el nombre de Hamida tiene
una historia que debe ser olvidada, ya que está plagada de miseria. En
cambio el nombre de Titi representa todo aquello que esta por venir. También he
pensado que el motivo por el que le cambia el nombre a Hamida, se debe a una
practica muy recurrida por los tratantes de personas, los cuales tratan
de mantener oculta la verdadera identidad de las mujeres, con el fin de que si
alguien las está buscando, les sea complicado encontrarlas.
Radwan Hussainy se sentía culpable
por uno de los ladrones, ya que era un hombre que se alimentaba de las sobras que
tiraban los vecinos. El hambre de Zaita le hizo pensar en su cuerpo bien
nutrido, y sintió vergüenza. Radwan se preguntó que había hecho con la fuerza
de la bondad que se le había concedido para prevenir la desgracia. Mientras el
mal se divertía con sus vecinos, él permanecía tan contento.
La conciencia le dijo que tenía que
buscar el perdón a la tierra del perdón, y quedarse en ella hasta que dios
dispusiera.
Existen varios problemas que
comparten México y Egipto, entre ellos podemos encontrar, el aumento en los
precios de los alimentos básicos, el desempleo, falta de acceso a la educación,
segregación de las mujeres, corrupción, discriminación de las minorías,
etc.
La historia del Cairo es
posible en México porque en ella hay aspiraciones y prejuicios que siguen
estando vigentes. Hombres y mujeres siguen buscando salir la pobreza. Hombres
que prefieren el bienestar propio, y que no les importa lo que pase a su
alrededor. Santos que no lo son tanto. La estigmatización de los homosexuales.
La violencia hacía las mujeres. Vidas colapsadas por el amor.
Comentario
final.
El escritor egipcio Naguib
Mahfuz nos muestra como es la vida de los personajes que viven en el Cairo. Un
Cairo empobrecido, sin mucha perspectiva de un futuro mejor para los jóvenes,
que tienen que ingresar al ejército británico, ser un obrero o sumergirse en el
mundo de la prostitución. La lucha constante entre lo tradicional y lo moderno,
entre lo atrasado y el progreso.
La novela nos muestra como
era y es Egipto, porque aunque hayan pasado varios años muchas cosas no han
cambiado. Como en la novela de José Emilio Pacheco Las batallas en el desierto, en donde nos muestra un México con aspiraciones hacía el progreso, con ganas de tener una verdadera democracia, con ganas de mejores oportunidades. Pero la realidad la conocemos de sobra, pues muchas cosas siguen igual o han
empeorado, pero que importa eso, mientras vayamos al mundial todo marcha bien.
México al igual que Egipto
es un país de pobres, que tienen que salir desde temprano y volver hasta tarde
para conseguir un sueldo que medio les permita vivir. Mientras que sólo el 1%
de la población es rica. Ricos que no pagan impuestos, que quieren que las
cosas sigan así porque les conviene.
Todos los días somos
bombardeados por información que pretende confundirnos, que pretende que seamos
autómatas, que pretende que consumamos. Ha llegado la hora de despertar, de concientizarnos de verdad. Y los libros son una manera.