Creo que las personas construimos
nuestra realidad, en cierta medida, por lo que podemos ver y sentir. Decimos
que algo existe cuando tiene un cuerpo que podemos ver y tocar, y que por lo
tanto, decimos que es real. Pero la realidad son sólo impulsos eléctricos que
interpreta nuestro cerebro, y cada persona puede tener una distinta interpretación
de lo que percibe como realidad. A esto hay que agregar que nuestro cerebro no
puede interpretar toda la información de manera adecuada, un ejemplo son las
llamadas ilusiones ópticas. Además, conceptos tan abstractos de la física que
nos rodea, a un nivel molecular, son difíciles de asimilar. Así que nuestra
percepción de lo real se encuentra algo distorsionado.
Al finalizar la lectura, el
fragmento adquiere otro significado, porque uno se da cuenta de que no todos
los personajes querían ser inmortales, que más bien fue la idea de Morel, de
crear una semana agradable con sus mejores amigos y su amor platónico. Él
quería inmortalizar su realidad ideal con la ayuda de su invención. Además, Morel sabía que la única forma
de estar por siempre con Faustine era de esa forma, de realidad ficticia. Si
alguien estaba loco, definitivamente era Morel.
En la actualidad para poder
adentrarse en la realidad virtual se tiene que dar a cambio vida de nosotros,
tiempo, por decirlo de una mejor manera. Cada vez que nos conectamos a ésta, el
reloj biológico sigue su curso, el mundo sigue girando, los hombres siguen
amartillando sus armas, los amantes se siguen amando. Hay un trueque entre las
dos realidades, la mercancía que intercambian es la vida de las personas, las cuales se
sumergen en unos y ceros.
Considero que la realidad virtual
está a la par de la realidad cotidiana, y en algunos casos la supera en
importancia (principalmente en niños y adolescentes). Más allá del tiempo del
que se pasa en ella, creo que es el uso que se le da, lo que puede generar
problemas, porque no es lo mismo pasarte varias horas en entretenimiento, que leyendo
o aprendiendo un curso en línea. La clave esta en encontrar un equilibrio,
bueno, eso creo.
La
invención de Morel
El tema central de novela es la
inmortalidad, tanto de la vida como de los momentos y de las personas. Muchas
veces deseamos que duren para siempre ciertas cosas que ocurren a lo largo de
la vida, otras no tanto, pero siempre terminan. Todos, tarde o temprano nos
apagaremos cual ocaso del astro rey. Es normal que queramos prolongar nuestra
existencia y la de las personas que estimamos, por ello nos fotografiamos,
escribimos, grabamos videos de momentos especiales, para después ver, leer, los
mismos. El corazón se acelera al ver lo intrépidos que un día fuimos, las lágrimas
caen al ver a alguien que ha muerto, los labios palpitan al ver a la que un día
fue nuestra pareja, novia, esposa.
No obstante, tal vez sea como dice
Xavier Villaurrutia en Obras: Poesía,
teatro, prosas varias, crítica; la muerte es lo único que no le pueden
quitar al hombre; le pueden quitar la fortuna, la vida, la ilusión, pero la
muerte ¿quien se la va a quitar? Sí la muerte la llevamos, como decía un poeta,
dentro, como el fruto lleva la semilla. Nos acompaña siempre, desde el
nacimiento, y nuestra muerte crece con nosotros.