Yo pensaba: ¿Cómo se enamora un
tipo? No es de repente, qué carajos, el pobre diablo cuando mucho descubre, de
pronto, que está enamorado, un sentimiento que creció lentamente dentro de él,
a veces sin que lo notara, hasta dejarlo en llamas, como ocurre con los
incendios forestales que surgen de una chispa de la herradura de un caballo al
raspar una piedra. Fue así con todas las pasiones que tuve. Y no eran deseos coup de foudre, descargas eléctricas
instantáneas, evanescentes, que lo motivan a uno solamente a llevar a la mujer
a la cama y darle una buena cogida. Era amor. (Rubem Fonseca, Mandrake: La Biblia y el bastón).