De entrada, me aseguraría de
que la información fuera verídica, pues en muchas ocasiones los medios de
comunicación masiva, no son tan honestos y apegados a la verdad como lo dicen.
Lo siguiente sería buscar diferentes puntos de vista, compararlos y sacar
información que me pudiera servir. Contactaría a mis familiares más cercanos
para formar una red de apoyo, en momentos de crisis es fundamental contar con
el respaldo de más personas; más cerebros pensando pueden idear un plan para
hacerle frente a una crisis. Pero sobre todo, trataría de controlar el miedo
que despiertan estas noticias, pues si no lo controlamos, es muy fácil caer en
la paranoia.
Siempre he pensado que las
compañías, de cualquier tipo, siempre van a velar por sus intereses, en primer lugar, y después
por los de los demás. Por ello, creo que Dan no actuó antes, pues estaban en
juego varias cosas: los monos, la empresa, su trabajo, las consecuencias y
millones de dólares. No obstante, cuando comprendió los alcances del virus, se
sintió culpable y avergonzado por no haber actuado antes, ya que sus acciones
pudieron haber costado muchas vidas. Al final, la culpa pudo más que sus
justificaciones.
El autor estuvo recopilando
información sobre el virus para su artículo-libro, y en su travesía, es casi
seguro, pudo ver e imaginar lo que el Ébola es capaz de hacerle a los seres
vivos. Existen eventos naturales que pasan desapercibidos para una gran
cantidad de personas, sin embargo, cuando se investigan, generan un impacto
grande en aquel que se atrevió a estudiarlos, porque el conocimiento nos da el
poder de comprender que hay cosas que se salen de nuestro control, fuerzas
letales que no se cuestionan nada, que solamente esperan el momento ideal para
atacar. ¿Quién no sentiría miedo ante esto?
Considero que la información
no se debe ocultar a las personas, lo que se tiene que hacer, es presentarla de
modo que no genere paranoia. Una persona
informada puede reaccionar mejor en una situación de crisis que una a la que no
se le informo.
El autor nos describe parte
de la vida de los militares que participaron en la operación de esterilización,
me parece, para dramatizar la historia y ponerles un toque de heroicidad. Pues
de ese modo, no son sólo militares que cumplen órdenes, sino que son personas
que tienen familias, problemas familiares, miedos, como una gran cantidad de
personas. Y que no obstante, arriesgaron su vida por sus compatriotas.
Hay que hacer notar que, un
gran número de personas no comparte la visión que tienen algunos estadounidenses
con respecto a sus militares. Pues saben, que han participado en golpes de
estado, desestabilización de países, invasiones e interminables guerras.
Uno esperaría que una
persona que investigó un virus, cuyo origen se dio en el continente africano,
se hubiera percatado que éste consta de varios países. Inclusive, en el inicio del libro nos muestra un mapa del
territorio de África Central: Camerún, Gabón, Sudan, Congo, Etiopía, etc. Esto
confirma lo que se plateó en la primera sesión, que tratamos a África como si
sólo fuera un país, con gente hambrienta, pobreza y animales exóticos. Vale la pena
decir que, ahora que poseemos información sobre el continente africano, es
nuestra responsabilidad derrumbar los estereotipos que se le han adjudicado a
África.
Primeramente, quiero decir
que es un mito que haya países desarrollados y subdesarrollados, ya que lejos
de ser entidades independientes unos de otros, están ligados entres si. Es
impensable que los países, como Francia, Noruega, o Estados Unidos, pudieran no
depender de otros para tener el “desarrollo” de vida que tienen.