En una ocasión leí un
artículo, en el cual se abordaban las características del cerebro humano. Después de recabar y comparar mucha información, llegaron a la conclusión de
que el cerebro no esta diseñado para pensar tal como lo hace hoy en día, sin embargo, lo hace. La forma en como analizamos y procesamos la información va
cambiando conforme avanzamos en conocimientos y experiencias. Pues estas nos van brindando las herramientas para tomar decisiones.
La idea de creer que todos
los pobres son buenos, es tan falsa como decir que sin las religiones el mundo
estaría peor. El hecho de nacer en la pobreza no garantiza ser bueno, o luchar
por los derechos de los necesitados, lo bueno o malo lo vamos adquiriendo por
experiencias personales, por conceptos transmitidos por la familia inmediata y
por la sociedad.
No podemos decir que una
persona “civilizada” es más infeliz que una considerada “salvaje”, pues nuestro
cerebro esta estructurado de tal forma que, no podemos estar en un estado de
felicidad todo el tiempo y, esto se debe a que el hipotálamo se encarga de
liberar hormonas de acuerdo a las experiencia sensoriales de los humanos.
Las visiones que plantea
Huxley en su novela son muy similares a
las que se encuentran en el folleto “Franceses, un esfuerzo más si queréis ser
republicanos”, pues en los dos textos podemos encontrar la idea de que las
sociedades estarían mejor si no tuvieran
religiones, ya que estas en lugar de buscar un bien común sólo buscan
beneficiarse a ellas. También podemos encontrar que en ambos textos se habla de
separar a los hijos de los padres, ya que los padres hacen que el amor se
individualice. Lo ideal según los textos, es inculcarles al amor a la patria, o
a la sociedad que los rige. Otra visión en la que concuerdan, es en la libertad
sexual de cada persona. En ambos escritos se habla de tener sexo con todas las
personas que nos apetezca, pues no se podría hablar de libertad si se
estuviera sólo con una persona, si se hiciera esto, se estaría excluyendo a
las demás.
La liberación sexual esta íntimamente
ligada con el progreso de las naciones, pues dentro de las sociedades existe aún
la idea de creer que las mujeres no tienen derecho a disfrutar de su cuerpo y
el placer que este les brinda. Si las mujeres no pueden disfrutar de su
sexualidad como los hombres, entonces se esta fomentando la desigualdad, y ésta
produce que la sociedad se divida, y al dividirse no se avanza como se debería
de avanzar.
Dentro de la obra de Sade
podemos encontrar situaciones en las que el hombre toma el control del acto
sexual. Siempre es Dolmancé quien decide cómo y con quien se debe practicar el
sexo. También en el libro podemos leer que se dice que las mujeres son de todos
y que su deber es entregarse a todos y, que si estas se niegan se les debe de
castigar, incluso se habla que deben actuar como “putas”.
En el artículo Los hombres, la pornografía y la
prostitución se nos narra como la pornografía y la prostitución obedecen a
las normas de una sociedad dominada por hombres. Se nos dice que aquellos
hombres que son proxenetas, en el fondo odian a las mujeres, pues se las
deshumaniza para convertirlas en objetos sexuales. Ante este tipo de violencia
la sociedad calla, ya que percibe como algo normal el hecho de que mujeres
satisfagan los deseos de los hombres.
Muchos hombres ven como algo
viril el hecho de tener sexo con una prostituta, o contar que tiene muchas
aventuras, que son el estereotipo que les ha impuesto la sociedad. Sin embargo, es
deprimente, el hecho de estar con una mujer que no siente nada por ti,
que muy seguramente fue enganchada por su novio o que tal vez esta amenazada de
muerte.
Cuando el caballero le dice
a Dolmancé “Barbaro, ¿no son acaso hombres como tu?, se refiere al hecho de que
Dolmancé ve todo desde su perspectiva como aristócrata. Dolmancé no ha sufrido
las miserias de la pobreza, siempre ha estado rodeado de placeres y nunca le ha
hecho falta comida, entonces como es que se atreve a sentir desprecio por los
desamparados cuando no ha sentido lo que se siente ser un marginado social. Es por
ello que, el caballero le dice que a pesar de vivir en libertinaje, su corazón
aun se agita cuando ve la desolación en otros seres humanos.
Los escritores plasman
muchas de sus vivencias en sus libros, en el caso del Marqués de Sade, él
plasma el profundo odio que sentía hacía su madre por haberlo separado de su
padre. De ahí que en Filosofía en el tocador se vea reflejado el profundo odio
a su madre y hacia las mujeres. Cuando Eugenia participa en la tortura de su
madre, es el Marqués quien simbólicamente tortura y mata a su madre.
Los personajes obedecen a
Dolmancé porque carecen de criterio, siempre que alguno tiene un idea el Marqués
inmediatamente los enreda con lo que él cree que son los designios de la
naturaleza. Dolmancé es un manipulador. El interior de Dolmancé esta vació de
ahí que trate de llenarlo con excesos de placer.
En la actualidad se sigue leyendo
al Marqués de Sade por lo grotesco que llegan a ser sus libros. También porque
toca varios temas que suelen ser muy polémicos en las sociedades conservadoras.
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