viernes, 18 de noviembre de 2016

Aquiles



Entonces Jorge Eliécer Gaitán cae muerto diciendo todo esto en una calle de Bogotá. La catarata se siega. La mirada se nubla. Las manos se retuercen de congoja. Lo mata un hombre vestido de gris. Lo mata con tres balazos. El asesino es linchado. Bogotá estalla en llamas. Son saqueadas las casas de los ricos, las oficinas, los conventos, las tiendas, la catedral. Se rompen los candados de las cárceles. Los tanques aparecen en las plazas. El fuego es indiscriminado. Es el mes de abril de 1948. La policía y los soldados les cortan los testículos a los partidarios de Gaitán. Asesinan a bayonetazos a las mujeres preñadas. <<No dejen ni la semilla.>> Los partidarios de Gaitán mueren degollados con la lengua colgándoles hasta el pecho. Esto se llama <<el corte de corbata>>. 
El estado de sitio crea dos tipos de crímenes: los políticos y todos los demás. Los primeros son juzgados por tribunales militares. Son los crímenes contra los ricos: robo, rebelión, secuestro, organización del trabajo, manifestación pública. Y los pagan los pobres. En los tribunales civiles, sólo juzgan los crímenes contra los pobres: tortura, despojo, asesinato, pero éstos no los paga nadie. La rebelión de los débiles se llama violencia. La violencia de los ricos se llama impunidad. 
-La guerrilla es el lubricante de la revolución y la revolución es el lubricante de la justicia. ( Aquiles o El guerrillero y el asesino, Carlos Fuentes). 

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