jueves, 25 de agosto de 2016

Tercera sesión de Abril rojo



El fiscal Chacaltana piensa que los terroristas son la maldad pura, mentirosos, escoria, fríos, asesinos, que  no son humanos. Pero, lo que el fiscal se niega a aceptar es que, las personas tenemos dentro una parte oscura y que, si se dan las condiciones, la podemos liberar; es entonces que descubrimos que somos capaces de muchas atrocidades, de muchas estupideces, de sacar el lado humano que intentamos suprimir. 

Ahora, después de la segunda visita al reclusorio, Félix choca con aquello que se niega a aceptar, que los que tienen que aplicar la ley, “los buenos”, se la brincan con el amparo de la misma. Esto es algo que le incomoda mucho, pues él forma parte de los “virtuosos” y sabe que no se debería actuar así. Como dijera Monterroso en su cuento el Monólogo del Mal:


Un día el Mal se encontró frente a frente con el Bien y estuvo a punto de tragárselo para acabar de una buena vez con aquella disputa ridícula; pero al verlo tan chico el Mal pensó:
"Esto no puede ser más que una emboscada; pues si yo ahora me trago al Bien, que se ve tan débil, la gente va a pensar que hice mal, y yo me encogeré tanto de vergüenza que el Bien no despreciará la oportunidad y me tragará a mí, con la diferencia de que entonces la gente pensará que él sí hizo bien, pues es difícil sacarla de sus moldes mentales consistentes en que lo que hace el Bien está bien y lo que hace el Mal está mal".
Y así el Bien se salvó una vez más.

Por un lado, con respecto al terrorista, entiendo que haya intentado cambiar al sistema político, crear un mundo mejor, la lucha en nombre de la revolución del proletariado, el intentar influir en las personas, o adoctrinarlas, el enfrentarse al Estado con bombas para derrocarlo, pero no lo justifico. Eso de que el fin justifica los medios, es una manera fácil de decir que las muertes “colaterales” no son importantes.
Por el otro, no estoy tan seguro de que terrorista sea realmente un terrorista, pues por el proceder de las autoridades, por cierto, ¿quién  nos asegura que es un criminal? Con tortura o con la fabricación de criminales, todos seriamos culpables.

Sin suda que hay similitud entre lo que dice el poema y la historia que nos narra el autor. Pues hay situaciones en la vida que nos golpean, que nos hacen trastabillar, que nos hacen cuestionarnos de donde viene todo aquello, que nos marcan para siempre. Después de aquellos golpes uno ya no vuelve a ser el mismo.

El autor de la novela tomó “los golpes de Dios” del poema de Vallejo, primero, porque aquel escrito, desde que lo leyó, supongo, ejerció una profunda impresión en su ser, segundo, porque aquella “realidad” retratada en el poema, ante todo, era parecida a la de su historia, a la que podemos observar a diario.

Considero que los asesinatos tienen que ver más con cuestiones sobrenaturales, místicas, religiosas. Sin embargo, el terrorismo se puede respirar en el ambiente, se puede observar en situaciones, está presente en un segundo plano. Aunque es difícil saber que hay detrás de la mente de un loco, debo decir.

Cuándo no se puede soportar más el horror, sin duda que, hay personas que buscan explicaciones mágicas, recurren a libros místicos, ven 1, 2, 3, películas de superhéroes, realizan rituales de protección, recuperan la fe perdida, rezan, crean historias. En cambio, hay otras personas que buscan entender que hay detrás de aquel horror, que lo impulsa; entender el horror permite crear estrategias para combatirlo.


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