sábado, 29 de julio de 2017

Cuarta sesión de El club de los negocios raros





En cuanto a lo referido por Basil hacia Chadd, con respecto a los zulúes, tiene que ver con que al investigar minuciosamente a éstos y, posteriormente, categorizarlos, el profesor se ha ido distanciando cada vez más de ellos, ya que no se reconoce dentro de ese grupo, o, por cierto, incluye a ellos en su grupo; es decir, el profesor está dentro del grupo civilizado, mientras que los zulúes, sobra decirlo, del lado salvaje. Por el contrario, el juez al no poder diferenciar a unos de otros, al no categorizar su esencia, su comportamiento, su lado salvaje, está más cerca del zúlu.

Las hermanas del profesor temen que su hermano pierda la cordura en su totalidad, que se vuelva un loco disfuncional –si se me permite la expresión- y que, por tanto, ya no sea capaz de trabajar, de proveer, de pagar las cuentas.

En la historia nos topamos con varios personajes femeninos, la señorita Jamerson, lady Beaumont, por supuesto, las hermanas del profesor, la doncella y la anciana, las cuales desempeñan papeles secundarios, con excepción de la última, quien es parte importante del último episodio.

Según mis pesquisas, de hecho, las conductas tanto de la anciana como la del profesor encajan porque ambos están actuando, son actitudes artificiales para sacar de balance el pensamiento de Sherlock, perdón, de Rupert.
Ahora, considero que el negocio del profesor Chadd consiste en la creación de nuevos lenguajes, mientras que el de la anciana es, por decirlo de algún modo, una persona que renta para purgar condenas.  

Con respecto al tipo de novela que es El club de los negocios raros, bueno, diría que son relatos cortos policiacos mezclados con intrigas y situaciones absurdas y con tintes cómicos.

Hay diferentes formas de divertir y hacer reír sin recurrir a los chistes, por ejemplo, con una secuencia de imágenes, con situaciones absurdas,  recurriendo al humor negro, recurriendo a la ironía, etc.

Pues bien, considero que el libro que leímos en este mes está lleno de escenas absurdas, es más, considero que el libro en sí es una oda a lo absurdo. Y, creo que lo anterior se debe a que la vida misma, en muchas ocasiones, es una constante secuencia de imágenes, situaciones, vivencias, que, dicho sea de paso, son absurdas.

Una vez que nos enteramos que el juez es el presidente del club, las hipótesis que realizó de los diferentes acontecimientos resultan ordinarias, un tanto, en el fondo, como un timo, ya que conocía, con anterioridad, lo que sucedía.

El club de los negocios raros

En un inicio pensé que este libro iba de una historia de fantasía, después creí que iba en una especie de reflexión de la locura, sin embrago, creo que la cosa no va por ahí. El libro (el autor), en verdad, según yo,  se burla un tanto de los escépticos, de los Sherlock Holmes, de las personas que creen que razonando todo con minuciosidad se pueden resolver todo y es que, por cierto, pensar de sobremanera en lugar de invitarnos a la acción, en ocasiones, nos mantiene en el limbo de las ideas inertes, como en el libro de Rendición de Ray Loriga, o nos lleva por deducciones equivocadas.

Como última actividad compartan con nosotros una reflexión general de la obra

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