viernes, 7 de julio de 2017

Primera sesión de El club de los negocios raros



De entrada, uno tiene la impresión que las personas que participaron en dicho reto, por la forma en que se expresaron sobre sus trabajos, se sienten bien, a gusto, cómodas, con ellos. Por el contrario estarían hablando sobre la incertidumbre laboral, el recorte de prestaciones, los bajos sueldos, los sindicatos pillos, etc., como yo lo haría.

Es importante que las personas se sientan a gusto en sus trabajos, ya que esto va a influir en la productividad que tengan las organizaciones, empresas, negocios. Porque en sistema de engranajes (organización), en el cual cada individuo tiene una función para que éste marche correctamente,  si una persona no se siente cómoda con el papel que desempeña, con sus compañeros, las cosas no marcharan de la forma más optima.
  
Con respecto al programa “Trabajo sucio”, de hecho, ya había tenido la oportunidad de ver algunos episodios hace algún tiempo, sin embargo tengo una mezcla extraña de imágenes que acuden a mi mente al tratar de recordarlo.
Así pues, hasta el momento no he tenido un trabajo que me parezca extraño, lo que más se le acerca fue la vez en que me invitaron a trabajar “Redes de impacto en Facebook”, que no era otra cosa que redes de inversión piramidal, fraude pues. Claro que no acepte.
Ahora bien, si pudiese elegir cualquier trabajo, en definitiva,  escogería el de astronauta, ya que mirar nuestro planeta, las estrellas, la oscuridad del espacio, debe de ser fascinante.

Bueno, considero que el hecho de no trabajar o estudiar todos los días, en realidad, no nos daría la felicidad como tal, sin embargo, junto con otras variables, si contribuiría ha alcanzar dicho estado temporalmente. Vale la pena resaltar que no siempre se puede estar feliz, ya que el cerebro no está diseñado para ello, los otros estados de ánimo también son necesarios.  

Cosas que creo que si sucedieran en nuestro país serían consideradas extrañas: que personas con poder adquisitivo utilizaran el transporte publico o bicicleta, que las personas respetaran las normas de convivencia, que no hubiese perros en las calles, que para transitar carreteras no haya que pagar, calles sin baches, vacas andando por la calle, políticos en la cárcel, transporte público eficiente, venta restringida de licores, quitarse los zapatos antes de entrar, utilizar zapatos de madera, inhalar rapé.

Sin duda que he experimentado situaciones en donde lo normal para mí y mi familia es excéntrico para otros. Un caso se dio en una fiesta familiar en donde, por cierto, puse algo de música rap para poner ambiente, según yo, sin embargo bastaba ver la cara de algunos de los presentes para saber que no eran asiduas a aquellas rolas. Fue algo cómico. Ahora entiendo la razón por la cual los que se dedican a ambientar fiestas piden listas de canciones a quienes los contratan.





No hay comentarios:

Publicar un comentario