Considero que una mujer puede o no
ser libre si tiene determinada manera de pensar y analizar las cosas. Si ha
sido educada para que en determinada circunstancia se case, y así tener quien la
mantenga, lo hará. Pero si es una mujer que cuestiona todo, lo analiza, es casi
seguro que romperá con lo establecido y andará su propio camino, sin importar
lo que digan las demás personas. En la historia ha habido varias mujeres que se
atrevieron a romper esquemas mentales, y que poco a poco abrieron brecha para
las demás.
Así pues, considero que en
ocasiones es más cómodo seguir los patrones que establece la sociedad sin
siquiera cuestionarlos. Hay usos y costumbres que muchas personas siguen
repitiendo sin siquiera cuestionarlos. Y cuando se les pregunta, ¿por qué lo
hacen? Dicen: “así me enseñaron”.
Ahora, el dinero no es la libertad
en sí, sin embargo es un medio con el que se puede valer para hacer muchas
cosas, que de otra manera serían muy difíciles. Porque no me imagino ir a la
tienda de libros, al supermercado, al café, y decirles que quiero ser libre y
que me apoyen, y que en ese momento todos saquen billetes y mercancía y libros
y me digan: “toma, nosotros te apoyamos”.
Los prejuicios nos muestran una
imagen distorsionada de las personas, lo que genera que las relaciones interpersonales se fracturen, esto porque generan desconfianza. Por ejemplo, si
determinada persona considera que las personas que tienen tatuajes son
delincuentes, malas personas, muy difícilmente tendrá una relación con esa
persona, lo que hace que un nodo de la sociedad se rompa o no se una.
Hace algunos años era más fácil que
me hiciera una idea de alguien sólo por un rumor o por un chisme, pero ahora
no. Para saber cómo es en realidad una persona, me gusta conocerla a fondo y
después emitir un juicio.
Las primeras impresiones suelen
tener cierto valor en determinadas circunstancias, en una cita, una entrevista
laboral, una conferencia, etc. Sin embargo en muchas ocasiones suelen ser
engañosas y pueden durar mucho tiempo, pero se pueden revertir.
Cuando acabamos de conocer a
alguien no podemos zambullirnos en su mente para saber cómo es, lo más obvio y
accesible es lo que podemos ver, su apariencia. Ésta nos puede dar información
sobre el atractivo físico, el nivel socioeconómico, la personalidad, el estilo
y el gusto, la sexualidad, la edad, etc. “Se
podría pensar que no merece la pena conocer a la gente que responde a estas
señales externas, puesto que olvida el “interior de las personas”. Sin embargo,
la gente puede no llegar a tener nunca oportunidad de conocer el interior de la
persona si son rechazados por la apariencia externa” (Gambrill & Richey,
1985).
Me parece que las personas que no
se casan toman diferentes rumbos, hay quienes no se casan pero deciden formar
una familia, los que prefieren vivir en pareja pero sin tener hijos, los
solitarios que andan de aquí para allá, los que se siguen desarrollando en el
conocimiento, las que quieren viajar y conocer otros lugares, los que entienden
que casarse no es sinónimo de felicidad, las que decidieron romper con lo
establecido, etc.
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