miércoles, 14 de octubre de 2015

Segunda Sesión de Rebelión en la granja



El viejo Mayor anhelaba un mundo en donde no hubiera miseria ni esclavitud para los animales; un mundo en donde no se les arrebatara el fruto de su trabajo en beneficio de los seres humanos. Quizá podría parecernos una utopía, una tontería, pues llegamos a pensar que todas las personas se corrompen al tener algo de poder, sin embargo, estoy convencido que debe de haber excepciones. Debe de haber individuos a los que no les preocupe amasar grandes fortunas, cosas materiales, aparecer en revistas de prensa rosa, ser lacayos o mercenarios de los distintos poderes, por lo contrario, tratan de aportar algo para que las cosas sucedan y cambien, claro que son menos; algunos humanos tratan de despertar o de concientizar, otros tratan de transmitir conocimiento, otros nos maravillan con las diferentes artes, etc. Sin embargo las masas aún siguen dormidas, en ocasiones es por decisión propia, en otras es el sistema. Según José Antonio Marina en su libro Las culturas fracasadas, dice lo siguiente: Una tiranía necesita embrutecer a la sociedad para mantenerse, y ese embrutecimiento mantiene a la tiranía. […] Aristóteles, en su Política, hace un cuidadoso estudio de <<los artificios que utiliza el tirano para preservar el poder>>. Son tres: envilecer el alma de sus súbditos, porque un hombre pusilánime es incapaz de conspirar; sembrar entre ellos la desconfianza, porque una tiranía sólo es derrocada cuando los ciudadanos confían entre sí; empobrecer a sus súbditos, porque así el tirano puede pagar a sus guardias, y de paso impide que los ciudadanos, absorbidos por el trabajo, tengan tiempo de conspirar.

El discurso que da Mayor sobre la explotación se puede aplicar a las personas, pues éstas en ocasiones explotan a otras para obtener máximos beneficios. Por ejemplo, hay empresas que subcontratan para disminuir los costos, otras que contratan campesinos por sueldos irrisorios, maquiladoras que pagan una miseria, pero eso si, sus productos se venden a precios elevados en tiendas departamentales. 

Las reglas que se implementaron en la Granja Animal en un inicio estaban diseñadas para delimitar el comportamiento de todos los animales, ya que no querían parecerse a sus enemigos, los humanos. Sin embargo, más adelante son los propios cerdos (creadores de las reglas) quienes rompen los mandamientos, al apoderarse de la leche y las manzanas de manera truculenta. ¡No que todos los animales son iguales! Esto nos da un indicio de que las reglas se pueden volver en contra de los otros animales, no así para los cerdos.

Sin duda, creo que se puede reprimir y maltratar de forma no física, ya que hay muchas formas de hacerlo psicológicamente. Incluso hay agencias de seguridad que tienen manuales e investigaciones de este tipo.

La máxima que eligieron los cerdos para que memorizasen los animales, y que además resumiría el animalismo, tiene tintes propagandísticos, porque les resta importancia a las demás (truculentamente) o las anula. Además de que se desvía la atención hacia otra dirección Ya no se habla de acciones, ahora todo se enfoca en el enemigo, el otro, aquel que debe ser aniquilado, neutralizado, derrocado, aquellos seres y sus acciones por los que se origino la rebelión. Ya lo decía Mayor: Ahí está, camaradas, la respuesta a todos nuestros problemas. Todo está explicado en una sola palabra: el Hombre. El Hombre es el único enemigo real que tenemos. Haced desaparecer al hombre de la escena y la causa motivadora de nuestra hambre y exceso de trabajo será abolida para siempre. Es decir, entre animales no hay enemigos, aun cuando unos pocos saquen ventaja de unos muchos,  como lo hacía el Hombre.

Desde que Mayor tuvo el sueño en donde había igualdad y todos eran libres, la verdad es que sólo los más inteligentes (perros y cerdos) lograron captar una parte,  los demás, la gran mayoría no entendió nada, estaban allí porque estimaban al anciano cerdo. Inclusive algunos animales defendían al señor Jones, sólo porque les daba de comer. Y, precisamente fue el hambre lo que los orillo a rebelarse, pues llegaron a una situación limite. Ahora, hasta el momento en la lectura algunas cosas si han cambiado, pero se puede adivinar que los animales van a ser manipulados. En esencia el explotador sólo habrá cambiado de apariencia, de Hombre a cerdo.

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