viernes, 20 de noviembre de 2015

Tercera Sesión de Crónicas marcianas



La verdad es que me sorprendió saber que los indígenas eran tan codiciosos y tan interesados, hablando principalmente de la población aborigen americana. Pues hace ya algunos años leí el libro Vera historia del Tío Sam de Rius, en donde se retrata de manera distinta a dicha población. Aquí un fragmento:


No había entre ellos ambiciones ni envidias, pues la tierra era de todos y lo mismo la cacería y la pesca, los caballos, los bosques, los animales… Los monjes que los conocieron en un principio, los describen “indiferentes a tener más y satisfechos con poseer lo suficiente para vivir al día”…

Sin duda qué algo similar le ocurre a Spender, ya que se ha creado una imagen idealizada de los marcianos, al creer que sólo eran paz y equilibrio y amor y vida y seres superiores. Pero, analizando las tres primeras expediciones, el modo de pensar no era muy distinto al terrestre, y si les quitamos ciertas características como rasgos físicos, telepatía, Marte, podríamos decir que hasta en cierta forma son similares ambas especies. No obstante, Spender siente que dichos seres eran todo lo contrario que los humano (puras cosas malas), y que por ello, no merecían morir ni ellos ni su cultura ni su arquitectura, etc.

Quizá si Spender fuera de otro planeta y llegara a la Tierra y se topara con varios escritos de el filosofo Seneca, diría que éste siempre estuvo a favor de las disciplinas morales tradicionales del mundo romano, hechas de magnanimidad, desprecio a la muerte y a los bienes terrenos, de una ética exigente e insobornable. Se crearía una imagen que no corresponde a la del hombre Seneca, el cual se dejo tentar por el dinero, el poder, la concupiscencia. Siempre hay que analizar todo y después hacer una síntesis.

Después de un viaje largo y con algunas complicaciones y sin saber que fue de las otras tres expediciones, creo que si debieron festejar, pero con discreción y respeto.

Asimismo, me parece que ambos se hicieron astronautas por distintas razones; Spender lo hizo porque ansiaba conocer otras culturas, otros mundos, otras formas de vida, ampliar sus horizontes; Biggs, por su parte, lo hizo por la grandeza y la fama (narcisista el tipo).

En el cuento Las langostas el autor hace una analogía entre humanos y una plaga muy destructora de insectos (saltamontes), que en ciertas circunstancias azota distintos lugares terrestres, destruyéndolos. Prácticamente el escritor nos está diciendo que los humanos somos una plaga que destruye todo a su paso, palabras más, palabras menos.

Debo decir que no comparto la idea de echar a todas las personas en el mismo costal, pues sería injusto.

Considero que el escritor hace una crítica más dura contra los humanos que con marcianos. Poco se sabe sobre los vicios y virtudes de los habitantes de Marte, mientras que a los terrestres los pinta como una plaga, invasores, colonizadores, seres que destruyen todo a su paso, casi casi pide la extinción. Bueno, eso me pareció a mí.




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