jueves, 27 de marzo de 2014

Círculo de lectura EAD. Otelo de William Shakespeare.







Sin duda, Desdémona ya sospechaba lo que sería su trágico final. Desde que se percató del cambio en el comportamiento de su esposo, supo enseguida que algo no estaba bien. Trato de saber cuál era la causa de los celos que atormentaban a su amado, pero no se enteró del todo. Su esposo, el que antes le decía cosas hermosas, ahora le decía palabras que la destruían lentamente. El amor  que un día los unió, ahora los mataba lentamente. Por ello, Desdémona nos dice:

DESDÉMONA

Mi madre tenía una doncella, de nombre Bárbara. Estaba enamorada, y su amado le fue infiel y la dejó. Sabía la canción de un sauce, una vieja canción que expresaba su sino, y murió cantándola. Esta noche no puedo olvidar la canción. Me cuesta no hundir la cabeza y cantarla como lo hacía la pobre de Bárbara. 

Con la historia anterior,  nos queda claro que Desdémona estaba pensando en su muerte.

Desdémona estaba muy enamorada de Otelo, tanto que prefirió abandonar a su padre antes que a él. En los días difíciles de su relación, Desdémona recordaba una y otra vez, uno de los momentos más importantes en su vida, su boda. Las prendas que utilizó aquel día -en especial las sábanas de boda-  pasaron a ser recuerdos de un tiempo en el que parecía que el amor sería eterno. Si Desdémona tenía que morir por culpa de unos celos enfermizos, sería amortajada en una de esas sábanas que tanto apreciaba. 

Otelo no se traga todo el cuento de que su esposa le es infiel, pese a que Yago es  insistente.  Como estrategia, Yago le dice a Otelo que dicte sus órdenes, y que por su obediencia hará lo que sea necesario para demostrar su lealtad. Otelo le pone como prueba, que en tres días le diga que Casio ya no vive.

Eran entre las 12:00am y 1:00am, cuando Casio salió de la casa de Bianca. Muy pocas luces quedaban encendidas. La noche parecía devorar todo a su alrededor, como si fuese un lobo hambriento, y las luces, pequeñas ovejas. El viento traía diversos aromas, pero principalmente a algas y sal. A lo lejos se podía escuchar un pequeño ruido, casi un arrullo, era el mar. Mientras Casio caminaba, sus pies chocaban con toda cantidad de objetos, que bien podían ser rocas, lodo o basura. De repente, una sombra se cruzo en su camino, pero no le dio mucha importancia. La sombra se acerco cada vez más. No fue hasta que la tuvo a solo unos pasos, que se dio cuenta de sus intenciones. Acto siguiente, comenzó una lucha por la supervivencia. Unos minutos más tarde, la espada de Casio se incrustaba en el cuerpo de su enemigo.

Desdémona y Emilia tienen una conversación sobre el comportamiento de las mujeres que les son infieles a sus esposos. Desdémona muestra una actitud conservadora, mientras que Emilia nos dice:

EMILIA

Sí, un montón, y tantas como para poblar el mundo que les dieran. Mas creo que si pecan las mujeres la culpa es de los maridos: o no cumplen y llenan otras faldas de tesoros que son nuestros o les entran unos celos sin sentido y nos tienen encerradas; o nos pegan o nos menguan de dinero por despecho. Todo esto nos encona y, si nuestro es el perdón, nuestra es la venganza. Sepan los maridos que sus mujeres tienen sentidos como ellos; que ven, huelen y tienen paladar para lo dulce y agrio. ¿Qué hacen cuando se van con otras? ¿Gozar? Creo que sí. ¿Los mueve el deseo? Creo que sí. ¿Pecan por flaqueza? Creo que también. Y nosotras, ¿no tenemos deseos, ganas de gozar y flaquezas como ellos? Pues que aprendan a tratarnos o, si no. Que sepan que todo mal es el mal que nos enseñan.

Otelo y Desdémona tienen una conversación que gira en torno a la supuesta infidelidad de ella. Cuando terminan de hablar, Otelo decide matarla ahogándola. Pero justo cuando la está matando, Emilia toca la puerta y le insiste en que debe hablar con él. El moro no sabe si abrirle o no, después de sopesar diferentes variantes, le abre. Resulta que Desdémona no esta muerta y alcanza a decir unas cuantas palabras. Entonces, ¿cómo es posible que alguien supuestamente “ahogado” reviva unos minutos?, la posible respuesta es que Desdémona no muere “ahogada”, sino que antes había ingerido alguna clase de veneno. Por ello, le dice que la mate dentro de treinta minutos, tal vez es el tiempo que tarda en hacer efecto el veneno. Desdémona amaba tanto a Casio, que prefirió suicidarse antes que ser asesinada por él.

Yago siempre alardeaba de su poder de razonamiento, él decía que las emociones pueden ser dominadas por el raciocinio. Pero quedo claro, que no siempre es así. Pues en el momento en el que su esposa lo delata, una oleada de furia se apoderó de él, tanto que decidió asesinar a su esposa antes que al moro.

El castigo de Yago queda pendiente, tal  como nos dice Ludovico:

LUDOVICO

Y este infame, si hay algún castigo refinado capaz de atormentarle sin que muera imponédselo. Vos sufriréis reclusión hasta que el estado de Venecia sea informado de vuestro delito.




Comentario final.

Otelo de William Shakespeare me pareció una obra excelente. En la obra se pueden encontrar diferentes elementos que la hacen muy atractiva, como los celos, la traición, la mentira, el razonamiento, lo emocional. 

Sin duda, la obra me hizo reflexionar sobre la problemática de los celos. Muchas personas ven a los celos como sinónimo de amor, pero nada más alejado de la realidad. Los celos son dañinos, tanto para el que los sufre como para el que los padece. Y, por ellos se pueden cometer una gran cantidad de idioteces.

Por otra parte, la mentira es necesaria para vivir el día con día. No han sentido asco de la realidad en alguna ocasión. Tantas noticias que nos desaniman, que nos hacen pensar si la humanidad es realmente “humana”. Tanta sangre derramada, tantos muertos, tanta hambre, tanta miseria, tanta violencia. Y, a pesar de ello, el mundo sigue su curso. Entonces, ¿cómo podemos seguir adelante? pues sencillo, mintiéndonos.

Otelo construye toda una historia que justifica sus celos, pero solo se está mintiendo. Yago cree que puede salir bien librado de toda la maraña de mentiras, sin embargo termina preso. Emilia piensa que su esposo no es tan malvado como para destruir el matrimonio de Otelo y Desdémona, y al final termina muerta. Desdémona se miente todo el tiempo, aun cuando las señales son muy claras.

Para finalizar, me gustaría decir que dentro de la obra está muy presente la lucha entre lo racional y lo emocional. La constante batalla que libramos los humanos, al tratar de controlar nuestras emociones. Pero somos seres emocionales, más que racionales.
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario