lunes, 23 de abril de 2018

Tercera sesión de Otra vuelta de tuerca



Estoy convencido de que Peter le mostró una parte, al niño, del mundo que se le encontraba vetado,  y que le generaba curiosidad conforme iba creciendo. Porque cuando se está pasando de la niñez a la adolescencia hay cosas que te comienzan a interesar, más si son prohibidas, y, como es de esperarse, buscas quien te aclare, te introduzca, te muestre, cosas y situaciones y palabras que se encuentran fuera de tu círculo conservador.
Ahora, como se puede leer en la historia, de hecho,  a Miles lo corrieron definitivamente porque empleo un vocabulario no permitido en la escuela (me imagino que con cierto prestigio, conservadora), el cual se le lo enseño Quint en aquella época en la que se pasaban paseando y que, además, ocupaba el puesto de figura paterna.

Pues bueno, considero que la institutriz está molesta con las tres opciones que plantea la pregunta; está molesta con el tío porque no asume su responsabilidad como tutor,  porque no se interesa por sus sobrinos, porque no quiere que lo molesten, porque la rechazó; está molesta con los niños porque no le confiesan que también ven los fantasmas, porque no se sinceran completamente, porque le ocultan cosas; está enojada con los “fantasmas” porque quieren hacerle daño a sus pupilos, porque juegan con su mente, porque están poniendo a todos en su contra, porque son seres malignos.

En la historia no hay datos que apunten a que alguien más, aparte de la protagonista,  vea los fantasmas (mi sentido escéptico busco en todos los rincones) o que realmente existan fuera de la mente de ella. Si bien la institutriz supone obsesivamente que los niños también perciben a los entes y se lo ocultan porque están a) corrompidos, b) porque están poseídos, c) porque tienen miedo, son sólo suposiciones. El hecho de que alguien suponga algo,  aún teniendo una reputación respetable, no transforma esa cuestión en una verdad absoluta.

Los otros habitantes de la casa tienen una percepción muy diferente a la de la institutriz, pues no todo lo que acontece en el medio más próximo se encuentra relacionado con sucesos sobrenaturales, incluso la señora Grose cree que los muertos no se levantan de su tumba para atormentar; caso contrario al de la institutriz quien relaciona todo, cayendo en la paranoia, con los fantasmas oscuros y perversos que quieren a sus pupilos para destruirlos. Es como si la institutriz se desenvolviera en una realidad alterna

El hecho de que la institutriz, según mi análisis,  se desenvuelva tal y como la hemos “visto”, en el fondo, nos dice que vive en dos realidades, la primera se nos muestra a lo largo del texto, pero la segunda, cuando aparece ella, se encuentra escondida, oculta, y se presta para toda clase de interpretaciones: que si padece una enfermedad mental, que si realmente percibe una realidad distinta, que si los fantasmas son proyecciones de su culpa, que si tiene una doble personalidad, etc.

En ningún momento la institutriz tiene una conversación con Jesser, ella sólo la ve escribiendo en papel para momentos después verla desaparecer. Ahora, el hecho de que ésta haya mentido sobre la supuesta plática, por cierto, nos habla de que proyecta, primero, en los fantasmas parte de lo que siente, de sus pensamientos, cuestiones internas, de sus temores, de la culpa que siente por realizar cosas “malas”, segundo, que es mentirosa y manipuladora con tal de conseguir su fin.

Con respecto al trato de Miles con su institutriz, creo que hay una relación que va más allá de cuestiones que tienen que ver con su educación, la cual se puede leer/entender muy sutilmente. Dicha relación se basa en que, por un lado, ella está enamorada del niño y cree tener una relación con él, por el otro, tiene actos de pedofilia, de abuso.

Explicaría la novela de la siguiente manera:

La institutriz ha llevado una vida muy estricta impuesta por su padre, es muy joven para tanta responsabilidad lo que la lleva al limite y detona rasgos de su personalidad ocultos o contenidos, lo que genera que su percepción de la realidad cambie, aunque los niños no ven nada, ella asegura que mienten porque están poseídos o porque fueron corrompidos, algo terrible sí pasó en Bly pero no son fantasmas sino un caso de abuso infantil entre Quint, Jesser, la institutriz, Flora y Miles,   Flora enferma de la angustia de vivir con una mujer así, la institutriz en su afán de “salvar” a Miles, y al estar enamorada de él,  lo abraza tan fuerte que lo asfixia hasta matarlo.

Otra vuelta de tuerca

Al comenzar a leer el libro uno tiene la sensación de que la historia va a girar entorno a una serie de personas que van a ser asediadas por seres y fenómenos sobrenaturales, fuera de este mundo, que los sobrepasan. No obstante mediante se avanza en la lectura cada persona se va decantando por la vuelta que desea que tome el relato. Así, habrá personas que crean que en aquel ambiente, aquella realidad, sea plausible la existencia de tales seres; habrá otras que consideremos que todo aquello es producto de una mente con fallas (según algunos psicólogos todos tenemos mínimo una enfermedad mental) que dara pie a una historia psicológica.





No hay comentarios:

Publicar un comentario