Hay un dicho en la Psicología que dice “lo
que no se dice se actúa”; así, por el modo de actuar de Catalina cuando se dio
el altercado, por cierto, deduzco que
ésta ansiaba ver enfrentarse a ambos. Además de que esperaba que el
demonio moliera a golpes a Eduardo, por cobarde, y porque, en el fondo, ama de
una forma enfermiza a Heathcliff.
Dato curioso: cuando uno quiere a alguien,
supongamos, su perro, y éste se va a enfrentar a un perro más grande y fuerte,
pues se interviene, no se le orilla a pelear.
Pues bien, considero que hay dos razones
por las que Catalina enloquece, primero, por las palabras que su amigo/enamorado
le dice: Y a ti, Catalina te diré dos palabras, ya que se presenta la
oportunidad. Entérate de que me consta que me has tratado horriblemente, ¿te
enteras?, horriblemente. Si te figuras que no lo sé, eres una necia, y si te
imaginas que me consuelas con palabras dulces, eres una idiota, y si piensas
que no tomaré venganza de ello, pronto te convencerás de lo contrario; segundo,
es una persona acostumbrada a ser el centro de atención, cuando lo pierde, de
hecho, su mundo se derrumba.
En la ficción un personaje puede ser un
ser sobrenatural, un demonio, un dios, porque ésta permite romper/crear moldes,
mundos. No obstante, la realidad siempre va a superar a la ficción porque no
tiene que parecer creíble, como bien dice el escritor Rubem Fonseca. Por tanto,
creo que Heathcliff es un hombre enfermo, desdichado, condenado, pues
imagínense estar siempre sintiendo rencor y venganza y odio, sin sentir el otro
lado del espectro, pues que triste.
Concuerdo más con la forma de pensar de
Isabel, ya que dichas acciones pueden ser un arma de doble filo. Solamente se
debe utilizar la traición y la violencia como última medida, y si se esta
preparado para enfrentar las consecuencias. Una vez que se provoca al avispero
se debe estar preparado para matar o morir, si es necesario.
Ahora, si yo fuese el hermano de Isabel,
hubiese hecho todo lo que estuviese a mi alcance para brindarle mi apoyo, mi
respaldo.
Linton y Cati siguen presentado
características en común con sus padres, mientras que Hareton, en realidad, no,
éste se parece más a Heathcliff. Esto se debe a la forma en que han sido
educados, como han sido amoldados. Para que una persona adopte otras características
de la personalidad, diferentes a las de sus familiares, por una parte, se debe
de educar diferente, o, por el otro, crecer con diferentes personas. Esto
porque los padres les trasmiten a sus hijos la forma de ver, interpretar y
relacionarse con el mundo.
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