viernes, 26 de mayo de 2017

Tercera sesión de Barba Azul



Considero que ella se enamora de él por varios puntos, primero, por la sublime combinación que sabe hacer de los colores, segundo, por la convivencia que se da entre ellos, tercero, por la comida y la bebida y por la falda, vaya, por los placeres, cuarto, por idiota, como ella lo menciona en la página 46. También puede ser que el enamoramiento de Saturnine se deba a que en ocasiones las personas nos enamoramos  de las personas menos indicadas, simplemente se da una atracción, un chispazo, que culminara en algo roto, o en algo no correspondido.

Saturnine desea que las mujeres desaparecidas hayan escapado o suicidado, mejor dicho, que Elemirio sea inocente, para poderle decir que ella está enamorada de él. Basta decir que ésta sólo le demostrará sus sentimientos si éste no es un asesino.

La razón por la cual Saturnine no mata a Elemirio con unos “piquetes” pero lo deja morir en la cuarto oscuro/congelador, se debe a que hay un abismo entre una y otra forma de hacerlo. Si ella lo hubiese matado, muy probablemente, se abriría una investigación, habría pesquisas, pero si lo encierra en el cuarto, seguramente, pensaran que fue un accidente, fue remordimiento por las mujeres muertas que muestran los cuadros. O tal vez se deba a que ella quería que él sintiera lo que sintieron las ocho mujeres anteriores, por ello le tendió una treta. O tal vez no reunió suficiente convicción para clavarle el puñal, ya que no cualquiera puede; es más fácil decirlo que hacerlo.

En el contexto en el que está planteada la pregunta, con respecto a quien es menos confiable, sin duda diría que ella, ya que lo manipuló y lo encerró, pero creo que hay aspectos de nuestra naturaleza, humana, que están de por medio en el modo de actuar de ésta. Las personas no siempre actuamos del modo arquetípico del héroe, actuamos con lo que podemos y tenemos, muchas veces no adecuado.
Ahora, considero que entre no tener la facultad  de confiar en ciertas personas -se da principalmente en algunos síndromes-  y no tener la obligación moral de confiar en algunas personas, creo que la segunda aplica mejor.

Analizando el texto podemos encontrar ciertos guiños que apuntan a la disciplina antigua de la alquimia, la cual, a propósito,  resumida con mis escasos conocimientos sobre la materia, se centra en la trasmutación de los metales vulgares en algo más perfecto, hermoso e inmortal, el oro, mediante cierta sustancia llamada el “Elixir”.
Así pues, Saturnine, al final, se transforma en oro, ya que ha estado bebiendo dicha sustancia – se describe de esta manera al champán- que la elevara a algo superior, inmortal. Además, a todo esto,  porque fue capaz de detener algo que causaba daño aun cuando lo amaba.

Barba azul

La lectura de este mes nos incita a reflexionar sobre distintos puntos que convergen en todos nosotros. El primero es la curiosidad, ese sentimiento que nos impulsa cual chorro propulsor sin freno a ir en busca de esas cosas y acontecimientos que nos intrigan, dándonos resultados muy dispares, vida por un lado, muerte por el otro, momentos agradables, momentos que nos marcaran para siempre.  Lo cierto es que la curiosidad nos ha dado conocimientos que nos han hecho avanzar, aunque en ocasiones  no lo parezca, y el precio que hay que pagar, a propósito, lo vale; porque, ante todo, los seres humanos nos sentimos incómodos con la ignorancia, con las cosas que no conocemos, de ahí que inventemos seres, historias, que llenen ese vacío que pudiésemos llegar a sentir. El segundo es la habitación oscura que todos necesitamos (claro que sin lastimar o matar a terceros), por cierto,  para sacar una parte de nosotros que la sociedad ha reprimido y que es indispensable para el desarrollo personal, para cargar batería, para escapar de la vorágine de la estupidez. Por ultimo,  tenemos un remolino de ideas, muchas veces contradictorias, que se eleva y nos acucia sobre cómo deberías actuar en determinadas circunstancias, que es lo mejor, que es lo peor.

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