lunes, 23 de febrero de 2015

Tercera Sesión de Lolita



De entrada, me parece que Lolita, lejos de ser una chica seductora como nos la presentó H. H., es una niña con un carácter voluble, un tanto maleducada con los demás, pero, estas actitudes, creo, son propias de los niños y niñas en formación. Ahora bien, el rumbo que tomo la vida de Lolita, hay que destacar que el azar ha estado muy presente, ya que cuando se analiza la lectura, se pueden encontrar acontecimientos que tendrán una influencia, no menor, en el “destino” de la chica. Y que harán que su vida tenga más infelicidad que felicidad.

En el fondo, Lolita, ha pasado por acontecimientos con una fuerte carga emocional, que la han marcado. Su padre murió y su madre también. No tiene a familiares cercanos que cuiden de ella y le brinden un ambiente propicio para un sano crecimiento. Está sola. Ningún ser humano puede vivir solo, sin el cariño de papá, mamá, hermanos, amigos, pareja, porque nuestra condición es ser sociables y establecer relaciones afectivas. Y cuando por alguna razón no las tenemos, algo se quiebra en nuestro interior. El mundo pierde ciertos toques, cierto brillo, cierto color. Es entonces que lloramos ante la vida, ante la noche, ante las estrellas, nuestra desdicha. Además, no hay que olvidar que tiene miedo de las amenazas de Humbert, las cuales utiliza para chantajear su “cariño”. Por ello, tal vez, ahorra el dinero que logra arrebatarle a H. H., con el fin de que algún día, no muy lejano, se pueda marchar y construirse una vida. Podría ser que pueda dejar atrás el pasado y que pueda construirse un futuro, pero lo cierto es que el pasado nos alcanza tarde o temprano, y es mejor estar preparado.

Humbert nos muestra la mirada del europeo refinado, con un acervo cultural amplio y  su visión del mundo  resplandeciente por su instinto viajero. La visión del narrador,  nos evidencia  el mundo estadounidense con interés, con asombro y con inteligencia. El personaje es capaz de zambullirse en el corazón de un país extranjero, mismo al que llego por diversas circunstancias, y descubrirlo, de interpretarlo, con sus montañas, con sus desiertos, con sus llanuras que desfilaban ante sus ojos. Los miles y miles de kilómetros recorridos por Estados Unidos, no sólo sirvieron para presenciar escenas con diferentes paletas de pintura, sino que sirvieron para conocer  un país y a Lolita y a él mismo. Pues, mientras avanzaba el kilometraje del auto, Humbert se iba dando cuenta de más y más detalles de su ninfula, de sus cambios de humor, de sus temores, de sus gustos, de sus vacíos; también se empezó a dar cuenta de las modificaciones por los que atravesaba el país que lo acogió; él mismo fue consciente de las variaciones por las que atravesaba, el rechazo, los celos, la obsesión y el miedo, poco a poco fueron creando un Humbert diferente. 

Presa de una obsesión que lo acucia, Humbert guarda la mayoría de los detalles de los viajes emprendidos por carreteras, como si fuese una cámara fotográfica o de video, para después analizarlas minuciosamente, con el fin de revivir las experiencias y de encontrar detalles que le pasaron desapercibidos. 

La presencia de Lolita y Humbert, en la mayoría de los casos sino es que en todos, despertaba cierta suspicacia en las demás personas, quienes trataban de averiguar más sobre “padre” e “hija”. Sin duda, dichas preguntas representaban cierta incomodidad para la pareja, mas para Humbert. Y ni que decir del peligro de saberse descubierto por la sociedad, la cual no vería con buenos ojos la relación, es más, creo, sería todo un escandalo. Por consiguiente, no es de extrañar que H. H. eligiera no quedarse en un solo lugar.

Hace algún tiempo leímos El dragón rojo de Thomas Harris; en el libro se puede encontrar una escena, en donde Lecter (un asesino en serie) puede reconocer a un similar en Graham (detective). Es como si ciertas personas pudieran reconocer a sus similares, inclusive antes que ellos mismos. Así pues, Humbert dice que conoce muy bien a Gaston Godin, porque puede ver lo mismo que Lecter.

La verdad, dudo que Mona Dahl sea amiga de Lolita, ya que pareciera que Lolita ha construido mecanismos de defensa contra las demás personas y contra la realidad misma, que le impiden crear vínculos afectivos con las demás personas. Pero de no ser así, considero que es muy difícil sincerarse con un amigo o amiga en poco tiempo, es más, es muy difícil conocer a una persona en realidad, aun después de algunos años.

En las páginas 119 y 120 podemos leer lo siguiente:

Recuerdo que abandonaste Ramsdale por el campamento, y el campamento por un viaje de placer, y presiento otros cambios violentos en tu disposición. Debes de ser más cuidadosa. Hay cosas que no pueden dejarse.

Analizando lo anterior, se puede deducir que la razón por la cual Lolita dejó la escuela y emprendió otro viaje, es debido a que planea escaparse.



No hay comentarios:

Publicar un comentario