Hace
algunos años vi la adaptación fílmica de la novela de Vladimir Nabokov. En un
inicio no sabía que la película estaba basada en un libro, tampoco sabía del
impacto cultural de la obra. Fue el tiempo el que me ayudo a descubrir varias
cosas sobre el tema.
En
la actualidad el término es muy conocido, solamente basta con teclear lolita e
infinidad de links relacionado saltan en nuestro ordenador. Además, ahora hay
un movimiento que utiliza también el término lolita y, lejos de parecer seductoras
y sexys, buscan criticar (a través de la estética) un sistema que las quiere dependientes de los
hombres.
Existen
diversas cuestiones por las que se censuran algunos libros, ya que no encajan
en el perfil estándar. En primer lugar, se prohíben porque desafían a varias de
las normas sociales; en segundo, muchos libros cuestionan factores políticos y,
por tanto, incomodan al poder en turno, ya que se corre el riesgo de un
levantamiento; en tercero, algunos libros se prohíben porque las distintas religiones
los consideran blasfemos o porque las critican, poniendo en duda su estructura;
en cuarto, la prohibición también puede ser utilizada como mercadotecnia, pues
lo prohibido vende.
Existen
tres objetivos para que las personas lean; el primero, por diversión o por
placer; el segundo, para adquirir información, y el tercero, para ampliar
nuestra comprensión.
El
que un libro nos enseñe o no, una parte depende del texto y otra de la persona.
Si nuestro objetivo al leer está en pasarla bien, no hay más que decir. Pero si
buscamos adquirir información y ampliar nuestra comprensión, es necesario
involucrarse con el texto, desmenuzarlo, analizarlo, cuestionarlo. Así,
cualquier libro (buen libro) nos enseña algo.
Mark
Twain afirmaba que no había mucha diferencia entre un analfabeto y una persona
que sabe leer pero que jamás lee buenos libros. Así pues, deberíamos de
preocuparnos, como lo hacemos con nuestra alimentación diaria, de darle de
comer bien a nuestra mente.
Los
roles entre generaciones han ido cambiando y, los estereotipos y constructos sociales son cuestionados por
las mujeres. Además, en la actualidad ya no hay un solo parámetro de belleza,
sino que hay varios.
Algunos
factores que influyen en los roles que asumen las mujeres son:
- La generación a la que pertenecen.
- Contexto cultural.
- Educación.
La
educación es fundamental para destruir a los estereotipos que giran en torno a
las mujeres. Así, una persona con un
mayor grado de educación, es más probable que cuestione aquello que en épocas anteriores
se daba por sentado. Lo que ha derivado en la construcción de grupos de mujeres
que cuestionan la desigualdad del sistema patriarcal.
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