Me parece que los medios de
comunicación masiva se han encargado de crear una imagen estereotipada y llena
de clichés de lo que es la sociedad mexicana. Sin olvidar a las religiones, que
lucran con sentimientos como la culpa y el sufrimiento, pues éstos aseguran un
número grande de personas que buscan la salvación de sus almas.
Hay quienes utilizan la
culpa y el sufrimiento como “motor”. El sentir estos sentimientos los lleva a
querer reparar aquello que los causa. Hay quienes han creado libros, canciones,
pinturas, películas. También están los que han ofrecido disculpas o han
intentado reparar el daño. Pero también esta el lado opuesto. Hay personas que
se vuelven victimas de todo y de todos, el sufrimiento y la culpa pasan a ser
parte de su cuerpo, tanto es así, que hasta se puede palpar como un ente casi corpóreo.
La culpa y el sufrimiento
pueden ayudar a que reflexionemos sobre nuestras acciones, y posteriormente las
transformemos, siempre buscando ser una mejor persona de lo que fuimos. En
ocasiones es difícil, no voy a mentir, pero es muy placentero cuando alguien a quien lastimaste, te libera
de esa culpa y sufrimiento que le causaste.
Las principales televisoras
de este país han sabido lucrar con el sufrimiento de las personas. El Teletón
es una muestra de ello, mira que mostrar historias tristes y conmovedoras para
instar a la gente a donar, supuestamente para crear centros de rehabilitación.
Pero lo que no dicen, es que muchas de las empresas que aportan no pagan
impuestos o las aportaciones las utilizan para deducir impuestos.
El negocio de la salvación
de las almas en este país deja grandes dividendos, basta con ver a los
cardenales en autos de lujo, acompañados por varios guardaespaldas, vistiendo
ropa cara y portando accesorios de oro. ¡Ah!, pero eso sí, se presentan como
los salvadores de las almas de los pobres.
En la actualidad existen
diferentes tipos de familias que rompen con la fantasía de la familia
tradicional, e incluso algunas escandalizan a los más conservadores. Hoy ambos
trabajan, cosa impensable en 1950. Ahora sólo tienen de uno a dos hijos, o
ninguno.
Me parece que México sigue
siendo un país tradicionalista, de ahí la idea de que lo tradicional siempre es
mejor que lo actual. La familia tradicional, así como la actual, tienen sus
pros y sus contras, por ello no podemos decir que una es mejor que la otra, ya
que esto va a depender de la mentalidad de cada persona.
Sin duda, hay ocasiones en las
que el sacrificio esta justificado. Recuerdo que hace algunos años. Me estaba
preparando para ir a trabajar, cuando tocaron la puerta muy fuerte. En seguida
supe que algo malo estaba sucediendo, así que salí a toda prisa (salí descalzo).
Al abrir la puerta, una vecina me dijo que estaban asaltando a un mi hermana unas
calles más abajo. Al llegar al lugar, dos tipos estaban golpeando a mi hermana.
Mientras la golpeaban trataban de despojarla de sus pertenencias. Cuando me
vieron, uno sacó una navaja y me amenazó de muerte. Pero en ese momento no me
importo, porque mi hermana estaba en peligro y estaba dispuesto a arriesgar mi
vida por ella. Al poco rato llegó mi hermano (también iba descalzo por la
prisa). Fue entonces que la situación se emparejo y decidimos enfrentar a los
delincuentes. Al sopesar la situación, los ladrones decidieron emprender la
huida. Tratamos de darles alcance, pero el no llevar calzado nos dificulto ese propósito.
Al final, mi hermana tuvo
que ser atendida por una herida en el abdomen, nada grave, y mi hermano y yo
tuvimos que curarnos las plantas de los pies, por heridas de vidrios y piedras.
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