Pues bien, tengo cuatro teorías del
porqué de la decisión de Alabaster con respecto a Adamson; primera, que le haya
pedido que se quede a vivir en Bredely Hall para que catalogue su colección;
segunda, instruya con sus conocimientos a las niñas; tercera, para debatir
ideas y retroalimentarse, que a su vez den pie a la creación de su libro, cuyo
tema central es el “diseño inteligente”; cuarta, que pretenda conseguirle un
esposo a su hija.
En la historia que nos presenta el
narrador, por cierto, podemos encontrar constantemente comparaciones,
referencias, a las hormigas y su comportamiento con respecto a nosotros, ya que
si se analiza a fondo, de hecho, ambas especies, más de lo que les gustaría a
los que creen que somos seres “especiales”, superiores, son similares. Ambas
especies son sociales, siguen comportamientos, muchas veces, sin cuestionarlos,
preestablecidos, tienen papeles ya definidos, invaden, esclavizan, roban,
dependientes de otros, etc. Lo que
demostraría, primero, que nuestro origen se encuentra más apegado a ras de
suelo que en el cielo, segundo, que aunque pregonemos que somos “libres”, por
cierto, seguimos algoritmos preestablecidos e impuestos por la biología y por
la sociedad que, inconscientemente, pasan desapercibidos.
Adamson tiene sensaciones ambivalentes con
la vida que lleva en la casa de los Alabaster, pues en ocasiones se aburre de
seleccionar, otras es su terapia ocupacional, a veces se siente útil, otras
relegado, a veces se siente enamorado de Eugenia, otras veces siente que no es
para él, a veces se siente feliz, otras siente que nunca lo fue, primero quería
estar rodeado de personas, después quería la soledad, etc.
Ahora bien, si yo estuviera en su misma
situación, creo que el deseo de estar y no, de ser y no, la ambivalencia, en el
fondo, también estaría presente.
Las deducciones del señor Alabaster con
respecto a la superioridad que brinda el hecho de admirar la belleza, lo que
nos hace más que bestias brutas ( a lo largo del tiempo se ha ido demostrando, antes
se reían de la idea, que los animales y plantas poseen en menor cantidad esta
cualidad), parte de su visión, creencias, ideas, de que dentro de la realidad,
el mundo, en el cual nos desenvolvemos, en el fondo, hay un diseño inteligente
de un hacedor qué puso énfasis en nosotros, nos elevó mentalmente. Dichas ideas son populares y aceptadas en
personas que no creen que somos producto del azar, de la prueba y error de la
naturaleza; el pensamiento mágico de que hay algo más.
Así pues, cómo las personas pretenden
comprender alguna deidad, algo más elevado, extraterrestres, si no se conocen a
sí mismos, si son incapaces de cuestionarse y profundizar en el interior.
Adamson como buen observador puede
vislumbrar los posibles desenlaces de la pelea a puños, duelo con armas, con el
borracho de Edgar, como que alguno acabe muerto, que la boda se cancele por su
comportamiento, que el señor de la casa lo reprenda y eche, perder a Eugenia,
de quien está profundamente enamorado, etc. Es decir, Adamson sabe que si se
enfrenta a Edgar, como se dice popularmente, tiene todas las de perder.
La relación que se da entre Adamson con la inteligente, despierta y eficiente,
Matty, es de trabajo e interés por saber más sobre las hormigas.
Asimismo, considero que según he podido “observar” y comparar a las
mujeres de la casa, Matty se diferencia de las otras porque, al igual que
Adamson, no observa sino que “ve”
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