Una
historia en donde se le atribuyen características mágicas a un
insecto es en el mito sobre la abuela Direjiná, de los Ayoreo,
Bolivia, ya que se dice que la lluvia la compaña a dondequiera que
va, es dueña de las aguas.
Vale
la pena decir que la anterior historia la conocí por el
cortometraje de 2009, Abuela Grillo. Es hermoso. Y en donde se
aborda, en el fondo, la lucha contra los grandes capitales por el
agua.
A
las mariposas les otorgaría el significado de la transformación,
del cambio, literal, ya que en una primera etapa de su vida se la
pasan reptando en su forma de oruga, después se envuelven en una
crisálida para reestructurar su forma, por último, emergen en su
forma adulta, la cual les permite volar grandes distancias. De andar
por el suelo, hojas, pasan a surcar los aires.
Hace
algunos años por el canal 11 pasaban un programa, si mal no
recuerdo, En busca de bichos, en el cual mostraban distintos
insectos, sus características y el papel que tomaban en el
equilibrio de los ecosistemas, además de que se buscaba quitarles
aspectos negativos que se les suelen atribuir.
Aquel
programa fue el detonante que despertó mi interés por conocer más
sobre aquellos seres, algunos, que erizan la piel, con los que
también compartíamos el espacio, e hizo que en lugar de
aplastarlos, matarlos, los “comprendiera” o al menos lo
intentara.
Con
respecto a los cuentos infantiles y su dicotomía, creo que en cierta
medida si nos condicionan a creer que la belleza viene acompañada
con características positivas, mientras que lo feo, deforme, viene
con lo malo, envidioso, asesino, etc. No obstante en el mundo “real”
las cosas no son así, pues, como anteriormente ya lo he mencionado,
considero que la mayoría, así seas feo o guapo, nos movemos entre
las dos aguas.
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