Pues
bien, lo que muchas personas sabemos acerca del Rey Arturo y sus
caballeros, básicamente, son generalidades que hemos adquirido al ver
una película, un documental, algún escrito: que también se le conocía
como Arturo de Bretaña, que era un arquetipo de personaje, figura en
donde se mezcla verdad y ficción, por cierto, dando origen al mito. Por
su parte, a los caballeros se les suelen atribuir características
positivas, dignas.
Ernst Robert Curtius explica que:
El héroe es el tipo de humano ideal que desde el centro de su ser se proyecta hacia lo noble y hacia la realización de lo noble, esto es, hacia valores vitales “puros”, no técnicos, y cuya virtud fundamental es la nobleza del cuerpo y del alma. Esto determina la nobleza de su carácter.
Ahora,
digamos que lo anterior fue la máxima más importante para un caballero
medieval, lo que lo definía, en cierta medida, bueno, pues creo que esa
definición sigue aún vigente para muchos "caballeros" de esta época. Quizá algunas cosas hayan cambiado, pero
la esencia se ha mantenido hasta la actualidad.
La
especie humana cuando presencia algo que no alcanza a comprender o que
la sorprende de sobremanera, suele crear seres o sucesos que llenen esos
huecos, pues, por una parte, nuestro cerebro nos pide una respuesta
-aunque sea fantasiosa, muchas veces-, mientras que por el otro, nos
sentimos incómodos con la ignorancia. Por ello, todas las culturas tiene
seres mágicos. Por ejemplo, nuestro país tiene al Nahual, Ahuizotl, Llorona, Chaneque, Aluxes,
entre otros. Asimismo, debo decir que me gustaría presenciar algo
sobrenatural, ver uno de estos seres, pero hasta el momento no he visto a
ninguno.
Quizá
la clave para entender por qué podemos leer la traducción de un texto
de hace 600 años, y aún así entenderlo e identificarnos con él, por
cierto, se deba, primero, a que nuestro cerebro no distingue entre
ficción y realidad, segundo, a las llamadas neuronas espejo que posee el
mismo; pues de acuerdo a recientes descubrimientos, a propósito, éstas
nos permiten proyectarnos en el otro, tratar de comprenderlo. Después de
todo, en el fondo, compartimos lo que nos hace humanos, el cerebro.
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