martes, 7 de julio de 2015

Tercera Sesión Bel Amie


Con respecto a que si Duroy no es tan terrible como quiere aparentar, me parece que aun las personas “malas”, o con las que de plano nos cambiaríamos de banqueta para no cruzarnos con ellas, tienen una conciencia y sentimientos que los atormentan, pero que los tratan de esconder en lo profundo de su ser.

Ahora, por lo que se refiere a participar en una reunión, como a la que asistió Duroy, solamente me presentaría si con esa persona tengo un vínculo afectivo fuerte, sin duda. Pero a diferencia de Duroy, sólo iría por  sinceridad y compasión, lejos quedaría asistir por mis intereses.

En un inicio, pareciera, que Duroy si estaba enamorado de Madelaine, pero a medida que se van conociendo, el sentimiento va desapareciendo; primero, porque nuestro personaje se da cuenta de que Forestier aun está presente en su vida: en la casa, en su trabajo y en la memoria de su pareja; segundo, porque según él su esposa engaño a Forestier, lo cual abriría las puertas para que le pase lo mismo a él. Esto va a generar que Duroy busque nuevamente a la señora de Marelle, lo que a la larga va a propiciar que se cree un vinculo afectivo y que, poco a poco se empiecen a enamorar, me parece.

Así pues, Duroy empieza a cuestionar la alianza con su esposa, que tantos beneficios están recibiendo, sopesa las alternativas que tiene. Poco a poco la unión entre ambos personajes va debilitándose, como el hierro sucumbe ante el oxido. Y, los rencores empiezan a surgir, cual demonio que se empieza a abrirse camino entre nuestras entrañas. 

La mamá de Duroy siente cierto desagrado hacia la esposa de su hijo porque representa algo que para ella fue distante, desconocido. Desde muy joven tuvo que trabajar muy duro en el campo, el hogar, aun así solamente obtenía ingresos para mal vivir. No hubo oportunidades para que estudiara, para que conociera el mundo ni para vestirse bien. Sus manos estaban destrozadas por trabajar la tierra, la vida triste por soportar a un esposo borracho, la mirada triste de las personas infelices. Es claro que la imagen de Madelaine contrasta al lado suyo. Acostumbrada a seguir el destino que le fue impuesto, se da cuenta de que había otros caminos, pero siente que ya es demasiado tarde.

Los compañeros de Forastier, sin duda, sabían que la autora de los artículos periodísticos era su esposa. Tal vez él se los conto, o ellos lo intuyeron, ya que habrán notado la falta de talento de su camarada. Ahora, la razón, creo, porque a Forestier no le molestaba  que los demás supieran lo anterior, se debe a que es verdad. Sin embargo, lo que le molestaba a Duroy, fue cuando se percato que más que ser él mismo, estaba asumiendo el rol y la personalidad de Forestier.

La razón por la cual Madelaine  no presenta sus artículos, se debe, creo, a la poca importancia que se les da a las opiniones de las mujeres en los diferentes ámbitos.



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