jueves, 17 de abril de 2014

Segunda sesión El baile.




En la novela El baile de Irène Némirovsky, se nos narran una serie de acontecimientos que se llevan a cabo para organizar un baile, que tiene como fin presentar a la familia Kampf en sociedad, en especial a la Sra. Kampf. La señora Kampf siempre ha anhelado pertenecer a la burguesía, para que de una vez por todas deje de sufrir y disfrute de sus mejores años, dándose una vida placentera. 

La historia cuenta con tres personajes, el señor Alfred Kampf, la señora Rosine Kampf y Antoinette, pero son los dos últimos los de mayor relevancia, ya que en ellos se centra una lucha que le da cuerpo a la historia. Dentro de la lucha constante que mantienen ambas, se centran historias de vida que marcaron a cada una. Por un lado tenemos a la señora Kampf que siente que su vida pasa frente a ella y que no la ha disfrutado por tener que estar en sucio agujero zurciendo calcetines. Y, por el otro, tenemos a una joven que en su corta vida no se ha sentido querida por su madre, es más, con el tiempo ha llegado a ver a su madre como un ser desconocido y sin importancia para ella.

Rosine llega a ser cruel y tiránica con su hija, constantemente la crítica, la insulta y la limita a ser una persona que obedece órdenes más que a ser una joven pensante. Esto porque según ella, quiere que su hija sea una joven inteligente, más refinada y sobre todo más educada. 

Conforme pasa el tiempo, las personas vamos almacenando una serie de recuerdos tanto buenos como malos. Pero por alguna razón, los recuerdos malos los recordamos con más vivacidad, éstos parecieran cobrar vida en los momentos menos esperados, arrebatándonos la tranquilidad, y sustituyéndola por el odio, la tristeza y el dolor. Es precisamente lo que le ocurre a Antoinette en algunas ocasiones, en especial cuando recuerda a su madre gritando por encima de su cabeza, <<esta niña que está siempre encima de mí>>, <<otra vez me has manchado el vestido con los zapatos sucios, al rincón, así aprenderás, ¿me has oído?, pequeña imbécil>><< ¿Quieres que te de un guantazo? ¿Sí?, y la quemazón de una bofetada. Esto ha generado que madre e hija se vean como rivales.

El señor Alfred Kampf siempre se ha mantenido al margen de las discusiones de su esposa e hija, y aunque en algunas ocasiones la ha defendido, no por ello se comporta diferente a la madre. El padre, lejos de proponer una o varias alternativas para lograr una sana convivencia entre la familia, sólo se ha mantenido al margen de la problemática, lo que lo convierte en parte del problema.

Desde el inicio de la novela nos queda claro que Antoinette es la protagonista de la historia, pues es su “voz” narrativa la que nos va mostrando vestigios del pasado de sus padres, así como del propio. También nos va describiendo lo que sucede alrededor del tan ansiado baile, de los personajes y de su propio sentir. 

Cuando la familia Kampf pasó a ser rica por un golpe de “suerte”, comenzaron a darse una vida de lujos y placeres antes sólo imaginados. Contrataron a una inglesa para instruir a su hija, compraron una nueva casa, contrataron más servidumbre y compraron todo aquello que se viera ostentoso. Una vez comprado esto, sólo les faltaba crearse una reputación entre la elite francesa. Por ello,  tenían que ser refinados y mostrar cierta educación ante los demás, en especial ante los sirvientes, pues según Rosine, eran ellos los que creaban reputación yendo de una casa a otra y contándolo todo.  

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